Termina la tercera Congregación general
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Faltan sólo 5 cardenales electores: a la congregación de ayer por la tarde y a la de esta mañana han llegado otros cardenales, entre ellos dos electores. En total están presentes en el aula nueva del Sínodo 148 cardenales de los 207 que componen el colegio cardenalicio: lo ha explicado en el acostumbrado briefing con la prensa el portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, ayudado, como siempre en los últimos días, por el padre Thomas Rosica, c.s.b. para el inglés y el francés, y por José María Gil Tamayo para el español.
Entre los cardenales electores faltan aún Antonius Naguib (Egipto), Karl Lehmann (Alemania), Kazimierz Nycz (Polonia), Jean-Baptiste Pham Minh Man (Vietnam) y John Tong Hon, pero como ha explicado Lombardi “no es necesario que hayan llegado todos para establecer la fecha del conclave, sólo saber cuándo llegarán para estar seguros de su presencia en la Sixtina”.
Esta última, mientras tanto, queda cerrada a los turistas desde hoy por la tarde, pues comienzan los trabajos de preparación que incluyen la preparación de dos estufas: una, explicó Lombardi, “en la que efectivamente se queman las tarjetas del escrutinio, y la otra que sirve para producir el humo negro o blanco que sale por el tejado. Los papeles del escrutinio, por sí solas, no serían suficientes para producir este humo”.
Los cardenales recién llegados han prestado juramento como prescribe la constitución apostólica Universi Dominici Gregis y han participado después en los trabajos. En la tarde de ayer, el padre Raniero Cantalamessa, predicador de la casa pontificia, dio la primera de las dos meditaciones previstas por las normas sobre la sede vacante y la elección del nuevo pontífice. Entre ayer y hoy ha habido 33 intervenciones en el Aula, referentes a cuestiones prácticas como la actividad de la Santa Sede y de los diversos dicasterios junto a las relaciones con los episcopados, y a temas como la renovación de la Iglesia en el espíritu del Concilio Vaticano II, la situación de la Iglesia en el mundo y las exigencias de la nueva evangelización en los diversos contextos culturales.
A la pregunta de los periodistas sobre si se ha hablado de Vatileaks Lombardi no respondió por haberse sujeto a secreto, pero recordó que “se ha hablado de los problemas de la Iglesia”. En las intervenciones, precisó que “están representados todos los continentes, como signo de una gran representatividad de la asamblea”.
No se ha tomado aún decisión alguna respecto a la fecha del conclave: los cardenales tienen en cuenta la modificación del art. 37 de la Universi Dominici Gregis sobre el tiempo del conclave por parte del Motu proprio de Benedicto XVI, pero aún no han decidido nada al respecto. Tampoco han fijado un día para tomar esta decisión. “Según lo percibo yo – afirmó Lombardi – se trata de un tema abierto: la congregación quiere tener el tiempo necesario para preparar de forma adecuada el conclave sin precipitarse”.
Por esto, para tener un tiempo de reflexión y de información personal, los cardenales han decidido que hoy y mañana, las congregaciones tendrán lugar sólo por la mañana. Mañana a las 17 horas, además, se reunirán en la Basílica de San Pedro, en el altar de la Cátedra, para rezar por la Iglesia en este delicado momento de su vida: una celebración en la que podrán participar todos los fieles que quieran.
Le han pedido también una oración de intercesión y acompañamiento al Papa emérito:
“Los padres cardenales reunidos en el Vaticano para sus congregaciones generales de cara al próximo conclave – dice el telegrama enviado a Benedicto XVI al término de la reunión de esta mañana – Le envían en coro un devoto saludo con la expresión de su renovada gratitud por todo su luminoso ministerio petrino y por el ejemplo que les ha dado de una generosa solicitud pastoral por el bien de la Iglesia y del mundo”. “Su gratitud – concluye el telegrama – quiere representar el reconocimiento de toda la Iglesia por su incansable trabajo en la viña del Señor”.