Padre Lombardi revela el “secreto”
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Perclorato de potasio, antracena y azufre para el negro y clorato de potasio, lactosa y pez amarilla (colofonia) para el blanco: finalmente se ha desvelado la fórmula de los compuestos químicos que producen el humo más esperado por las televisiones de todo el mundo que están velando en la plaza de San Pedro para captar desde la chimenea de la Capilla Sixtina el “attimo fuggente” del anuncio de la elección del sucesor de Benedicto XVI.
Se produce desde un cartucho cilíndrico de 25 x 5 x 7 cm colocado dentro de la estufa más moderna de las dos que hay instaladas en la Capilla, y que contiene 5 cargas químicas que explotan una tras otra, accionadas por un dispositivo electrónico. Cada una de estas dura 1 minuto, y por tanto toda la fumata dura unos siete minutos y medio.
“La indiscreción” llega del briefing del padre Federico Lombardi, portavoz de la sala de prensa vaticana, quien se ha visto obligado a asegurar (irónicamente) a los cerca de 5.600 periodistas acreditados que, después de la primera gran fumata del martes por la tarde (y también de la del miércoles por la mañana) “no ha habido daños ni en los frescos de Miguel Ángel ni en la salud de los cardenales quienes, al contrario, por la mañana se han transferido de buen humor desde la Casa Santa Marta al Palacio apostólico, alguno incluso a pie”.
El hecho de que no haya cardenales enfermos lo corrobora el hecho, según Lombardi, también de la gran rapidez de las votaciones de la mañana– en 2 horas, 2 votaciones con fumata negra antes del tiempo previsto, en torno al mediodía: “el procedimiento de los infirmari (es decir, los cardenales que, según la Universi Dominici Gregis, se encargan de recoger el voto de los electores enfermos que no se hayan presentes en la Sixtina) requeriría más tiempo, por lo que supongo que todos los cardenales están en la Sixtina”.
Goza también de buena salud el papa emérito, según informó monseñor Georg Ganswein, que participó en la apertura del conclave en la Sixtina: “Benedicto XVI – explicó Lombardi – sigue en estos días con atención y participación espiritual los acontecimientos de estos días”. Según sus informaciones, “no estará presente en la Misa de inauguración del nuevo pontificado”. “Esta celebración ¿podría tener lugar el 19 de marzo, día de San José, patrono de la Iglesia?”, preguntó un periodista.
“Es una buena posibilidad”, respondió Lombardi.
Por el momento se han efectuado ya tres escrutinios que no han alcanzado la mayoría necesaria de dos tercios de los votos para la elección del nuevo pontífice: “era más o menos lo que nos esperábamos – comentó Lombardi – nadie creo que pensara que iba a haber una fumata blanca ya ayer por la noche, así que la gente se ha ido tranquila, no desilusionada”. “En el siglo XX – recordó Lombardi – sólo Pío XII salió elegido en el tercer escrutinio, todos los demás fueron elegidos más adelante. No es un signo de división entre los cardenales, sino el desarrollo normal del discernimiento por parte de los padres”.
“Vivimos un momento extremamente bello e intenso – afirmó el portavoz vaticano – y hemos entrado en la fase decisiva abierta por el Papa Benedicto hace un mes”. “Sentimos aumentar la emoción y la espera – prosiguió Lombardi – y lo vemos en la plaza de San Pedro, donde la gente espera mirando la chimenea de la Capilla Sixtina”. Ya el martes por la tarde, de hecho, “había muchísima gente, más de la que me habría esperado, y también el miércoles por la mañana se respiraa un clima muy sereno y alegre, que ciertamente es el preludio de una bellísima experiencia en el momento de la elección del Papa”.
“Hace ocho años – recordó Lombardi – desde Roma la gente corría a pie, porque el tráfico estaba bloqueado, hacia la Plaza de San Pedro para ver al Papa asomarse desde la Logia. Es el signo de que los ciudadanos de Roma y los turistas quieren al Papa y le acogen venga de donde venga”.
“Para hoy por la tarde – dijo Lombardi, despidiéndose de los periodistas, “todos sabemos lo que tenemos que hacer: esperar…”.