Recibió hoy al prefecto de la Congregación que investiga este tipo de delitos
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Sobre los casos de abuso sexual por parte de miembros del clero, la estrategia de la Santa Sede no va a cambiar: se seguirá actuando con firmeza siguiendo la línea trazada por Ratzinger. Así lo afirma un comunicado hecho público hoy después de la audiencia que el papa Francisco concedió a monseñor Gerhard Ludwig Muller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Este dicasterio es el que, desde la reforma llevada a cabo por Juan Pablo II en 2001, se encarga de los “delicta graviora”.
El papa Francisco recomienda que “la Congregación, siguiendo en la línea querida por Benedicto XVI, actúe con decisión en los casos de abusos sexuales, promoviendo ante todo medidas de protección de los menores, ayuda a quienes hayan sufrido en el pasado este tipo de violencia, los procedimientos adecuados contra los culpables, el compromiso de las Conferencias Episcopales en la formulación y realización de las directrices necesarias en este campo tan importante para el testimonio de la Iglesia y su credibilidad”.
“El Santo Padre – concluye la nota – asegura que en su atención y en su oración por los que sufren, las víctimas de abusos están presentes de un modo muy particular”.
Es la primera vez que el Papa interviene en un reto tan difícil y controvertido que interpela a la Iglesia católica. No sorprende, por otro lado, su deseo de reafirmar una línea de firmeza ya promovida y adoptada por su predecesor. En el libro “El cielo y la tierra”, fruto del debate amistoso y apasionado – cuando era aún arzobispo de Buenos Aires – con Abraham Skorka, rector de la escuela rabínica de la capital argentina, Bergoglio había afirmado que, en los casos de sacerdotes abusadores, “nunca hay que cerrar un ojo”.
“En la diócesis nunca me ha sucedido – añadía –, pero una vez un obispo me telefoneó para preguntarme qué debía hacer en una situación de este tipo, y le dije que quitara al interesado las licencias, que no le permitiera ejercer más el sacerdocio, y que procediera a un juicio canónico ante el tribunal correspondiente a esta diócesis”.
“Para mí – explicaba después claramente – esta es la actitud a tomar, no creo en las posturas que afirman apoyar un cierto espíritu corporativo para evitar dañar la imagen de la institución. Creo que en Estados Unidos alguna vez se propuso esta solución: cambiar a los sacerdotes. Es una tontería porque así el sacerdote se lleva el problema consigo. La reacción corporativa lleva a esta consecuencia, por esto no estoy de acuerdo con este tipo de soluciones”.
Sobre esta noticia, el sacerdote italiano Fortunato Di Noto, párroco y fundador de Meter – una de las estructuras eclesiales y sociales más importantes del mundo contra la pedofilia – ha afirmafo: “Acogemos con alegría el compromiso del Papa Francisco en la lucha contra la pedofilia y su “tolerancia cero” con este fenómeno en el clero y sus miembros laicos, y reiteramos nuestro compromiso desde hace dos décadas al servicio de la Iglesia y de los niños para proteger su dignidad e inocencia. Como Asociación Meter auguramos que el Santo Padre prosiga en la línea de cuanto ha hecho Benedicto XVI, al cual va nuestra gratitud, para una ‘nueva teología y pastoral de la infancia’”.
Ofrecemos la traducción al español del comunicado hecho público hoy por la Santa Sede:
El Santo Padre ha recibido esta mañana en audiencia a S.E. Mons, Gerhard Ludwig Müller, Prefecto de la congregación para la Doctrina de la Fe. En ocasión de la Audiencia, en la que se trataron varios argumentos de competencia del dicasterio, el Santo Padre ha recomendado particularmente que la Congregación, continuando la línea querida por Benedicto XVI. Es decir que se actúe con decisión en lo que respecta a los casos de abusos sexuales, promoviendo sobre todo, las medidas de protección de los menores, ayudando a todos los que, en el pasado, han sufrido este tipo de violencias, y los procedimientos debidos con respecto a los culpables, el compromiso de las Conferencias Episcopales en la formulación y actuación de las directrices necesarias en este campo tan importante para el testimonio de la Iglesia y de su credibilidad. El Santo Padre ha asegurado que en su atención y en su oración están los sufrimientos y las víctimas de abusos de forma especial.
