Hoy se celebra en Madrid la primera conferencia europea sobre ciberacoso escolar
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El bullying y el ciberbullying son una plaga social que afecta especialmente a los adolescentes, con consecuencias a veces mortales, que llegan incluso al suicidio. Casos como el de Amanda Todd en el Reino Unido han conmocionado la opinión pública mundial.
Hoy precisamente se celebra en Madrid la primera conferencia europea sobre ciberacoso escolar, organizada por Pantallas Amigas (http://www.ciberbullying.com/cyberbullying/). Según los datos más recientes, en Argentina a los 14 años el 13% de los chicos reconocen usar la Red para realizar ciberbullying. [Foro Generaciones Interactivas]. En España, según el estudio “Juventud y Violencia”, de la Fundación Pfizer, el 11,6% de los adolescentes ha sufrido maltrato psicológico a través de la red.
Aleteia ha entrevistado a la pedagoga e investigadora italiana Maria Grazia Lombardi, de la Università degli Studi di Salerno.
¿Cuáles pueden ser los recursos a disposición de los jóvenes para aprender a defenderse de estos actos de violencia física y psicológica?
Hay un primer nivel que tiene que ver con la educación al dialogo. Los chicos deben acostumbrarse a externalizar lo que sienten y allí donde sufren intimidaciones o situaciones que de alguna forma ponen en riesgo su socialización, su esfera relacional, deben tener la posibilidad de pedir ayuda. Y este proceso debe partir desde que son niños pequeños, a quienes hay que enseñar a comunicarse, a expresar su mundo interior, desde la más tierna edad.
Otro elemento es invitar a los jóvenes a encontrar una persona de referencia, un adulto de quien se fíen, alguien a quien informar y a quien poder pedir ayuda, no necesariamente un padre, mejor un profesor o un amigo. Y es importante hablar antes de que la situación se vaya de las manos.
Es importante también trabajar la autoestima de los chicos, pero no cuando ya son víctimas del bullying, porque trabajar la autoestima es un itinerario largo que requiere años.
¿Qué estrategias se debe adoptar cuando se comprende que se está siendo objeto de bullying tanto en la vida real como en la web?
En todo caso, los jóvenes deben aprender a no tener miedo de contar su malestar y de confiar en centros y profesionales especializados, que trabajan en estos ámbitos. Además, es importante contar con la ayuda e implicación de los profesores. Hablar es la palabra clave.
¿Qué aconsejar a un chico o chica que se ha convertido en objeto de bullying?
No aislarse. La única forma como podemos aconsejar a nuestros chicos para interrumpir la cadena del acoso (entre el acosador, en la víctima y el que asiste al fenómeno del bullying), es introducir un cuarto elemento, un adulto, externo, que pueda interrumpir esta espiral destructiva.
¿Cómo deberían reaccionar la familia, los amigos y la sociedad en general?
Los adolescentes, aunque tengan dificultades para hablar, con todo mandan fuertes señales a los adultos. Algunos indicadores de un malestar interior pueden ser: una cerrazón excesiva, una bajada en los estudios, falta de apetito, una frase exageradamente triste escrita en el blog… En todo caso, el padre asiste a un cambio. Si un adolescente de un día para otro asume actitudes que no había asumido antes, el adulto debe tenerlo en cuenta y estar alerta.
La familia y en general los adultos deberían intentar captar estas señales de dificultad de los adolescentes, y animarles a hablar, a salir de su propio dolor, para intentar instaurar una alianza educativa. El “puedes confiar en mi” es el primer paso para poder construir un nuevo itinerario para encontrar una via de salida.
El apoyo que se ofrece, sin embargo, no puede ser censurando, sino más bien un apoyo que signifique escucha, que lleve a activar un proceso de recuperación, con una red de profesionales.
A nivel preventivo, ¿qué estrategia aconsejar?
Invitemos a nuestros jóvenes a utilizar las redes sociales como instrumento de apoyo a la socialización y no para la socialización. Esto significa por ejemplo en Facebook aceptar entre los propios amigos sólo a las personas que se conocen, no compartir imágenes con todos, no poner en la Red toda nuestra vida social sino compartir en ella sólo algunos aspectos, y por supuesto, nunca los íntimos.
