“Nunca perdí la paz, nunca perdí la tranquilidad… nunca perdí a Dios”
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La pesadilla de la joven maestra mexicana Ángel de María Soto Zárate acabó. Y el día de mañana podría convertirse en el sueño que le habría llevado desde la semana pasada a Río de Janeiro de no ser injustamente inmiscuida en una red de tráfico de cocaína que la llevó a la cárcel.
La historia de Ángel de María –de 24 años, maestra en Xalapa, Veracruz—ha dado la vuelta al mundo. De camino a Río, con escala en Lima, le fue robado su pasaporte. Tuvo que regresar a México y nada más tocar este país, le fue endilgado a su nombre una maleta con cerca de 10 kilos de cocaína.
Las autoridades mexicanas, famosas por la lentitud con la que actúan ante los delincuentes de verdad, en esta ocasión fueron curiosamente rápidas para arrestar a Ángel de María, y llevarla a un penal de alta seguridad en el Estado mexicano de Nayarit, al occidente del territorio nacional.
Una maleta puesta a su nombre
La Procuraduría General de la República mexicana se desistió de la acusación de tráfico de drogas debido, sobre todo, a las protestas que las redes sociales de todo el mundo, especialmente las redes sociales católicas, hicieron; protestas que llegaron a tocar el corazón de miles de jóvenes camino a Río, y de católicos en todo el planeta.
Algunas pruebas aportadas por la propia Procuraduría –como las de las cámaras de seguridad del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México—hacen ver con claridad que la maleta puesta a nombre de Ángel de María Soto Zárate no es igual a la que ella portaba a la hora de documentar en el DF en camino hacia Lima.
Por lo pronto, el gobernador del Estado de Veracruz, donde vive y trabaja esta joven maestra católica, Javier Duarte de Ochoa, tuvo una reunión con Ángel de María Soto Zárate en la que se comprometió a ayudarla para que viaje a Brasil y pueda participar –como era su intención—en la Jornada Mundial de la Juventud y conocer al Papa Francisco.
Cabe resaltar que la joven maestra pertenece a la Comunidad Incienso de Dios (CID), quienes se movieron, en conjunto con miles de internautas, para impedir que se consumara una de las acusaciones más injustas de que se tenga memoria en México.
“Nunca perdí a Dios”
Previamente, Ángel de María Soto Zarate había dado una conferencia de prensa en la catedral metropolitana de Xalapa para dar su versión de los hechos y, sobre todo, agradecer a quienes llevaron al frente la campaña de redes sociales “liberADME”, que se convirtió en viral en muchos sitios del mundo.
"Nunca perdí la paz nunca perdí la tranquilidad…nunca perdí a Dios", expresó la joven, durante la conferencia de prensa. Había ahorrado un año para ir a Brasil. Hoy ha ganado la ayuda de muchos de sus compañeros, y del gobernador de su Estado.
