“Chesterton de Pie”: Estudios de los máximos expertos mundiales
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Chesterton sigue de actualidad. 75 años después de su muerte siguen reeditándose sus obras, traduciéndose las inéditas en español y analizando su figura y obra.
CEU Ediciones acaba de lanzar al mercado: Chesterton de pie, un volumen que reivindica su figura con estudios de algunos de los máximos expertos mundiales (Dale Ahlquist, Joseph Pearce, AidanMackey) y con numerosos estudios españoles sobre su obra periodística y ensayística.
Uno de los trabajos que más interés despierta es la recreación del viaje del célebre escritor inglés a España en 1927, a través de los testimonios de la prensa de la época, que recogieron parte del contenido de sus conferencias del momento sobre literatura.
Tras la presentación del libro, el autor y coordinador Pablo Gutiérrez contestó a algunas preguntas formuladas por Prensa:
P. Este libro reivindica la figura de Chesterton. ¿Cree usted que su obra ha estado olvidada?
No diría exactamente “olvidada”. Se ha editado y traducido Chesterton ininterrumpidamente en muchos idiomas; se han hecho diversas series de televisión de su personaje el Padre Brown. Pero podemos hacernos una idea de su redescubrimiento si miramos sus “Obras Completas”. Publicar las obras de alguien es síntoma de que hay público fiel e interesado en el autor. A finales de los años 60 las publica Plaza Janés en España. Bien, hoy sabemos que esas obras “completas” abarcan menos de una tercera parte de la obra de Chesterton. Quizá habría que decir que hemos visto a un Chesterton más pequeño de lo que en realidad era.
¿Por qué resurge ahora, cómo renace su obra y a quién se debe este rescate del autor inglés?
Son cuestiones difíciles para las que no tengo respuesta exacta. Me gustaría creer que sucede algo que le hubiera gustado a Chesterton. Simplemente es popular, ha tratado tantos géneros que lo puede leer un público muy distinto: novelas de detectives, ensayos, poesía, algo de teatro, biografías, historia, libros de viajes… Con él ha funcionado el boca-oído, y es cierto que desde los comienzos del siglo XXI ha habido una verdadera explosión editorial. Baste citar estas editoriales que se han animado a publicar Chesterton: Acantilado, Encuentro, Renacimiento, Valdemar, Pre-textos, Ciudadela y muchas otras editoriales que ahora no recuerdo…
¿Qué aporta el libro “Chesterton de pie” a los estudios sobre su obra?
Varias cosas. En primer lugar, Dale Ahlquist elabora un catálogo de “predicciones” o “profecías”, (entiéndase bien) de Chesterton publicadas en la prensa de la época; la mayoría de esos textos se traducen por primera vez al español. En segundo lugar Aidan Mackey rectifica datos y juicios biográficos que la cuñada de Chesterton escribió en su día, que se han dado por sentados y que son falsos. Publicamos hasta pruebas documentales de la época, recogidas y custodiadas por el mismo Aidan Mackey; el profesor Antuñano argumenta con brillantez cómo Chesterton no era un mero entretenedor o un simpático periodista; hay motivos para considerar que en Chesterton hay una verdadera filosofía, una actitud coherente ante el mundo, ante los demás, ante Dios que permite dar sentido a la vida: agradecimiento, sorpresa, el valor de lo pequeño, la grandeza del hombre y de la mujer común, hasta cosas más nimias (no menos importantes) como la cerveza, el vino, las canciones, el teatro para los niños o la importancia de las conversaciones del taxi… Cada texto aporta una joya; quizá sea bueno destacar por último un estudio sobre cómo se recibió a Chesterton en España allá por 1926, según los artículos periodísticos de la época.
¿Qué destacan los estudios españoles de su obra ensayística?
Se caracterizan por la admiración ante la brillantez del juicio antropológico que emitía Chesterton ante lo que veía. Veía con preocupación la crisis de la familia que se avecinaba, la excesiva preponderancia que el estado iba a cobrar, en detrimento de la libertad, y de la iniciativa y capacidad de personas, familias…Destacan también su apuesta o rechazo del capitalismo y del comunismo: su apuesta por los pequeños propietarios, las explotaciones agrarias familiares…La obra que más han estudiado ha sido Ortodoxia, que viene a ser una toma de partida por la actitud de fe del creyente, pero escrita de un modo inigualable, lejos de la aridez de los tratados de apologética de aquella época. Una de sus contemporáneas diría que Chesterton era un “soplo de aire fresco”.
¿Y de sus trabajos periodísticos?
Son inabarcables. Están empezando, en realidad, los estudios sobre su faceta periodística. Por poner un ejemplo, sus artículos del “Illustrated London News” (1905-1936) ocupan 11 volúmenes de unas 500 páginas editados en los USA; apenas un diez por ciento de esos artículos ha sido traducido.
¿Qué relación tuvo con España y los intelectuales del momento?
Estuvo en España en 1926, impartiendo conferencias en Madrid y Barcelona. La Residencia de Estudiantes fue uno de los lugares en que habló. La crónica de dicha conferencia la escribió Ramiro de Maeztu. Chesterton fue un gran amigo y admirador de España: de sus gentes sencillas, de su fe, de sus gestas; no era nada de lo que hoy diríamos “políticamente correcto”. Uno lee a Chesterton sobre España y se puede sentir orgulloso; no recrimina ni reprocha, incluso cuando habla de nuestras sombras históricas.
¿Cómo influyó su obra en los intelectuales españoles?
Casi te diría que está por hacer ese estudio. Gracias por darnos un buen camino a seguir.
¿Debe mirarse la obra de Chesterton desde una posición política o moral determinada?
Afortunadamente no hace falta. Si bien es cierto que hay un público lector de Chesterton que es católico, interesado en temas apologéticos, sus novelas han alcanzado muchos más lectores que estos. El mero hecho de que lo disfruten lectores ilustres como Borges es muestra de su atractivo universal, me atrevería a decir. La revista Archipiélago le dedicó un monográfico en 2005 en el que había firmas tan dispares como Fernando Savater, Santiago Alba, o José María Guelbenzu.
¿Qué predicamento tiene hoy Chesterton en España?
Desde luego, lo que tiene es un público fiel, casi diría de fans, entre los que por supuesto, me encuentro. Para un editor, es casi un seguro de vida, en el sentido de que este público fiel es comprador de todo lo que salga de Chesterton. También hay un creciente interés académico. Lo muestra, por ejemplo, las firmas de Chesterton de pie. Escriben profesores de Valladolid, Granada, Madrid, Jaén, Valencia, Navarra…
¿A quién recomendaría leer o releer sus libros?
Fundamentalmente a lectores apasionados. Para lectores ocasionales, quizá los relatos policíacos sean la mejor puerta de entrada a Chesterton; relatos breves de cualquiera de sus detectives: P. Brown, Gabriel Gale, Horne Fisher, Mr. Pond…