Un hecho inaudito, en medio del Estadio Azteca y con las cámaras de TV
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En un hecho inusitado hasta hace bien poco tiempo, en cadena nacional y el máximo horario posible en la televisión nacional, en el centro del mítico Estadio Azteca –un estadio con capacidad para 105 mil espectadores sentados—el León (vencedor del América en el Torneo de Apertura del campeonato de futbol mexicano) rezó de rodillas, todo el equipo, un Padre Nuestro y un Ave María para dar gracias por su campeonato.
La iniciativa fue promovida por el exitoso entrenador del equipo de León, Gustavo Matosas. La televisión captó este momento de intimidad, cuando, abrazado del ex jugador de Barcelona, Rafael Márquez, Matosas les dijo a los jugadores y al cuerpo técnico que se arrodillaran y rezaran a Dios y a la Virgen “que nos guardó y nos protegió durante todo el torneo y en esta final”.
A continuación, en voz alta, con los ojos cerrados y abrazados de rodillas en círculo, los jugadores leoneses oraron fervorosamente un Padre Nuestro y un Ave María, para después, y solamente después de orar, ir a recoger su medalla que los acreditaba como Campeones del Torneo de Apertura 2013.
La gesta del equipo “esmeralda” (su camiseta histórica es verde-esmeralda) guarda una historia muy interesante ya que, recientemente, ascendió de la Segunda a la Primera División de balompié mexicano, y frente a equipos tan costosos como el América, se alzó con el campeonato conservando a siete jugadores de los que ascendieron a Primera (práctica poco usual en los equipos mexicanos que se llenan de jugadores extranjeros nada más subir al circuito máximo del futbol).
En voz de los comentaristas, el equipo ha crecido por la enorme fe que tiene en sus jugadores el técnico Matosas, hombre profundamente católico, alojado en la ciudad de León, también una de las arquidiócesis más católicas de México, sede del encuentro con el pueblo mexicano de la única visita que realizara a este país el Papa Benedicto XVI en marzo de 2012.
