Una semana antes de Ginebra II, el 22 de enero, la Santa Sede da un paso y organiza un encuentro en el Vaticano, el 13 de enero, para tender nuevos puentes para la paz
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Estudiar medios que favorezcan un alto el fuego y permitan la distribución de la ayuda humanitaria, y garanticen a los cristianos de Oriente Medio una mejor protección: estos son los objetivos de la reunión sobre Siria convocada en el Vaticano el próximo 13 de enero.
Será unos días antes de las conversaciones que reunirán en Ginebra, el 22 de enero, a representantes del gobierno y de la oposición siria.
El encuentro, presentado en forma de talleres, se titula “¿Podemos quedar indiferentes?». Tendrá lugar en la Academia pontificia de las Ciencias, y en él participarán ocho expertos internacionales, entre ellos el ex-primer ministro británico Tony Blair, el ex-vicepresidente egipcio Mohamed El Baradei y el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Consejo pontificio para el diálogo interreligioso.
El conflicto sirio comenzó como un levantamiento popular en marzo de 2011, degenerando en una guerra civil que ha provocado más de 100.000 muertos y millones de desplazados. La conferencia denominada "Ginebra II” es vista como una "misión de esperanza" por el secretario general de la ONU Ban Ki-moon (UNRIC).
Según los detalles facilitados por Radio Vaticano, la Academia Pontificia de las Ciencias ha preparado un documento de trabajo de ocho páginas. Se da la bienvenida a los esfuerzos realizados por el presidente ruso Vladimir Putin para prevenir la ofensiva militar que EE.UU. deseaba, pero se critica a los que han proporcionado armas sofisticadas al régimen, y a los países que han financiado a los rebeldes.
La Santa Sede, secundando al Papa, insiste en la urgencia de poner fin a la persecución de los cristianos y de fomentar el diálogo interreligioso.
Al igual que en Nochebuena, en el día de Navidad, y en su primer mensaje Urbi et Orbi, la voz del Papa Francisco se ha elevado con fuerza y determinación para buscar "protección para todos los que padecen persecución por causa de su fe en Jesucristo", en referencia a la persecución que mata por lo menos cada año a miles de cristianos de todas las confesiones (unos 100.000 muertos según las diferentes ONGs).
En el ángelus del 26 de diciembre, fiesta de san Esteban, reiteró su invitación a rezar por los cristianos perseguidos y denunció ante las autoridades civiles las discriminaciones y violencias de las que son víctimas en el mundo.
Una delegación del gobierno sirio fue recibida en el Vaticano el pasado sábado, 28 de diciembre, por el Secretario de Estado, monseñor Pietro Parolin , y el Secretario para las Relaciones con los Estados, el arzobispo Dominique Mamberti, portando un mensaje del presidente sirio Bashar al-Assad para el Papa Francisco, y para explicar la posición de las autoridades sirias.
Según la agencia de noticias oficial siria SANA, Bashar Al Assad está dispuesto a participar en la conferencia de paz en Ginebra, pero enfatiza en esta carta la determinación del gobierno de "ejercer su derecho de defender a sus ciudadanos, cualesquiera que sean sus denominaciones, ante los crímenes cometidos por bandas takfiries que atacan a sus casas, sus lugares de culto y sus barrios, y también dice que cualquier solución al conflicto debe pasar por un "diálogo nacional entre sirios y sin injerencia extranjera, porque el pueblo sirio es el único dueño de su destino, y sólo él debe elegir su dirección". (La Croix)