El fenómeno afecta cada vez más a menores
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Dos jóvenes franceses de 15 y 16 años que salieron de Toulouse hace más de dos semanas para unirse a grupos yihadistas en Siria han sido recuperados en Turquía; uno antes de haberse podido unir al frente, y el otro después de unos días pasados en Siria aunque sin haber participado en los combates.
Los adolescentes están acusados de “participación en asociación ilícita para la preparación de actos de terrorismo” según la ley antiterrorista francesa.
La noticia ha sido como un eletroshock para la opinión pública y para las autoridades francesas frente a un fenómeno que afecta cada vez más a jóvenes: franceses, alemanes, ingleses, belgas, canadienses, australianos, estadounidenses,… Y los candidatos son cada vez más jóvenes, según reveló el ministro del Interior de Francia, Manuel Valls, el pasado 19 de enero.
El responsable de la lucha antiterrorista de la Unión Europea Gilles de Kerchove confirmó que Francia sería uno de los mayores “proveedores” de contingentes, con Irlanda y el Reino Unido. Las regiones más afectadas de Francia serían el Norte, el Este, el Sudeste y Toulouse (Valeurs Actuelles).
Entre 70 y 80 de estos jóvenes habrían vuelto “sazonados y exaltados por meses de propaganda wahabita, como voluntarios para el martirio, que les garantiza el acceso directo al paraíso de Alá”. Algunos de ellos se convierten incluso en “reclutadores en jihad”, afirma el experto.
“Podemos vernos sobrepasados por este fenómeno vista su amplitud, franceses y europeos”, afirmó Valls a Europe 1. Actualmente el Gobierno francés cifra en 700 (una cifra subestimada según diversos investigadores) el número de candidatos franceses y extranjeros salidos de Francia para combatir en Siria. Una veintena han muerto ya en combate. ¿Cuántos estarán listos mañana para partir y morir? ¿Qué es lo que lleva a un adolescente a comprometerse en esto?
El padre de uno de los jóvenes de Toulouse recuperados el fin de semana pasado afirma que su hijo sufría “un lavado de cerebro en internet desde el mes de diciembre”, lo cual confirmaría la tesis del juez especialista en lucha antiterrorista, Marc Trévidic.
Según el experto, la duración del conflicto en Siria daría “tiempo a los grupos islamistas para organizarse y reclutar masivamente, especialmente a través de vídeos en Youtube que apelan a la guerra santa”. Y si el reclutamiento se refiriera a la partida de jóvenes desempleados de entre 15 y 25 años, se trataría hoy en día de jóvenes bien integrados.
“Se trata de jóvenes que se radicalizan ellos mismos en las webs salafistas y ceden a la tentación del compromiso armado y de la aventura sobre el terreno consultando webs de rebeldes yihadistas o de sus sponsors de Arabia Saudí o de Catar”, explica a Sud-Ouest Alain Chouet, ex jefe del servicio de información de seguridad de la Dirección de la seguridad exterior (DGSE), instalado en Siria.
“Las redes islamistas han invertido enormemente en la red… Tienen sus propios sitios, envían mensajes para incitar a los jóvenes pero no van necesariamente a buscarlos en otras webs. Tampoco hay que subestimar el proselitismo en los colegios e institutos”, alerta la profesora de la Universidad Lyon 2 y directora del Grupo de Investigaciones y de Estudios sobre el Mediterráneo y Oriente Medio (GREMMO), Fabrice Balanche.
En una entrevista publicada este miércoles en Atlantico, los sociólogos Michel Maffesoli y Farhad Khosrokhavar intentan descifrarlo: Se constata entre los jóvenes, en general, “un recrudecimiento del gusto por lo secreto, por los grupos iniciáticos, esotéricos, las sociedades secretas,…”. En su opinión, el compromiso de los jóvenes en la yihad siria es expresión de una voluntad de pertenencia a una comunidad, de una juventud que pierde referencias sociales y busca valorarlas.
En el ámbito europeo, la Comisión europea ha pedido a los Estados miembros que intensifiquen sus esfuerzos en la lucha contra la radicalización y el extremismo. Próximamente se pondrá en marcha un programa europeo de 20 millones de euros para combatir el fenómeno.
Según €urActiv, algunos gobiernos proponen soluciones a nivel nacional, como programas de formación para trabajadores sociales que están en primera línea en la lucha contra los grupos radicales, e iniciativas de sensibilización y lucha contra la propaganda terrorista en internet y el reclutamiento de víctimas de la violencia terrorista.