Celebrado Encuentro de Oración Islámico-Cristiana en Beirut, el Papa Francisco envía un mensajeReunidos alrededor de María, Nuestra Señora fue el lema del VIII Encuentro de Oración Islámico-Cristiana que se llevó a cabo en Beirut (Líbano) este martes con motivo de la festividad de la Encarnación, organizado por la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio de la Universidad de San José y de Nuestra Señora de Jamhour.
El Papa Francisco envió un mensaje a los participantes en los que alienta “a cristianos y musulmanes a trabajar unidos por la paz y el bien común, contribuyendo así al desarrollo integral de las personas y a la edificación de la sociedad al tiempo que confía a “todos los habitantes del Líbano a la intercesión maternal de la Virgen María, Reina de la Paz y Protectora del Líbano”.
Por su parte el padre Miguel Angel Ayuso, secretario del Consejo Pontificio para el diálogo interreligioso intervino en el encuentro con una exposición titulada: La Virgen María y el diálogo islámico-cristiano.
La solemnidad de la Encarnación, celebrada por cristianos y musulmanes, es una ocasión tan importante que el gobierno libanés decidió en 2010 que pasara a ser fiesta nacional. De ahí que en su discurso -centrado tanto en la figura de María, como en la misión del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso-, el padre Ayuso subrayase que la fiesta del 25 de marzo es “un verdadero ejemplo de la larga convivencia entre musulmanes y cristianos que caracteriza la historia del Líbano, en medio de tantas dificultades, y constituye también un testimonio para tantas otras naciones”.
“Desde el Concilio Vaticano II -prosiguió- la Iglesia católica reconoce que los musulmanes honran a María, la Virgen madre de Jesús, e incluso la invocan con piedad. María es mencionada varias veces en el Corán. El respeto por ella es tan evidente que cuando se la nombra en el Islam se añade "Alayha l- salam" (La paz sea con ella). Los cristianos se unen de buen grado a esta invocación. También debo mencionar los santuarios dedicados a María a los que acuden musulmanes y cristianos. En particular, aquí, en el Líbano ¿cómo olvidar el Santuario de Nuestra Señora del Líbano en Harissa?”.
“La devoción crea sentimientos de amistad: es un fenómeno abierto a todos y todas. Las experiencias culturales que nuestras comunidades pueden compartir fomentan la colaboración, la solidaridad, el reconocimiento mutuo como hijas e hijos de un Dios único que pertenece a la misma familia humana -destacó-. Por eso la Iglesia se dirige con estima a los creyentes del Islam. Con ellos a lo largo de estos 50 años, ha tratado de construir un diálogo de amistad y respeto mutuo”.
Después, refiriéndose al diálogo entre musulmanes y cristianos, explicó que el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso “busca establecer relaciones regulares con las instituciones y organizaciones musulmanas con el fin de promover el entendimiento y la confianza mutua, la amistad y, cuando sea posible, la colaboración. De hecho, existen acuerdos con varias instituciones musulmanas a fin de garantizar la posibilidad de celebrar reuniones periódicas, en función de los programas y procedimientos aprobados por ambas partes.
En la metodología del diálogo interreligioso y, por tanto, del diálogo entre cristianos y musulmanes, debemos recordar que el diálogo es una comunicación de dos vías. Se basa en el testimonio de la propia fe y, a la vez, en la apertura a la religión del otro. No es traicionar la misión de la Iglesia, y mucho menos un nuevo método de conversión al cristianismo.
En el documento Diálogo y anuncio, publicado conjuntamente en 1991 por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y el Consejo para el Diálogo Interreligioso, se habla de cuatro formas diversas de diálogo interreligioso: el diálogo de la vida, el diálogo de las obras, el diálogo de los intercambios teológicos y el diálogo de la experiencia religiosa. Estas cuatro formas atestiguan que no se trata de una experiencia reservada a los especialistas”.
El padre Ayuso concluyó analizando el papel de María, a la luz del lema de la fiesta nacional del Líbano Reunidos alrededor de María, la Virgen. “En la exhortación apostólica Marialis Cultus, promulgada en 1974 por el papa Pablo VI -afirmó-, María es presentada como "la Virgen que escucha”, “la Virgen que reza", “la Virgen en el diálogo con Dios". Pero también es la imagen de un modelo de diálogo de búsqueda cuando, dirigiéndose al arcángel Gabriel, le pregunta: "¿Cómo será posible?". María, modelo para los musulmanes y los cristianos, es también modelo de diálogo, ya que enseña a creer, a no encerrarse en certezas adquiridas, sino, a abrirse a los demás y a permanecer disponibles”.
El Papa confía a María a todos los ciudadanos del Líbano
El Papa Francisco, a través del cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, envió un mensaje a los participantes en el VIII Encuentro de Oración Islámico-Cristiana en el que manifiesta su alegría al ver “a cristianos y musulmanes unidos por la devoción a la Virgen María” y recuerda que “el santuario de Nuestra Señora del Líbano, en Harissa es un lugar bendito donde todos pueden venir a invocarla”.
Asimismo alienta “a cristianos y musulmanes a trabajar unidos por la paz y el bien común, contribuyendo así al desarrollo integral de las personas y a la edificación de la sociedad” y confía a los participantes en el encuentro y a “todos los habitantes del Líbano a la intercesión maternal de la Virgen María, Reina de la Paz y Protectora del Líbano”.
Artìculo publicado originalmente por AICA