Gesto para sensibilizar sobre la situación de los que sufren persecución por su fe
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El Coliseo de Roma se quedará sin iluminación este jueves para poner la luz sobre la situación sombría de los cristianos perseguidos en el mundo. El alcalde de Roma, Ignacio Marino, en una iniciativa en acuerdo con la Comunidad de Sant’Egidio y la Comunidad hebrea de la ciudad reunirá bajo el “Anfiteatro Flavio” a la ciudadanía para expresar solidaridad a los cristianos que arriesgan la vida por profesar la propia religión.
La iluminación del Coliseo será apagada a las 7 de la noche (hora de Roma) y en ese momento se encenderán las velas para recordar las víctimas de la opresión. Los ciudadanos han sido invitados a participar para denunciar y detener todas las formas de fanatismo y extremismo, así como combatir cualquier forma de fundamentalismo y para recordar las víctimas del odio, sean ellas cristianas, musulmanas o de cualquier otro tipo.
Los organizadores han llamado a una convivencia pacífica de las personas de diversas confesiones desde el Medio Oriente hasta África. “La persecución contra los cristianos muchas veces es subestimada o escondida por un velo de indiferencia" confirman. Es un problema que “cruza todas las fronteras entre confesiones religiosas y debe impulsar la solidaridad”. Los organizadores dicen que este evento es un llamado a “todos los hombres y mujeres de buena voluntad”.
Asimismo, condenan “la violencia y el odio religioso” como la verdadera “blasfemia del nombre de Dios”. El llamado a combatir la violencia y el odio religioso “debe ser unánime y compartido” por todos los hombres y las mujeres.
En este sentido, alrededor de cien millones de cristianos sufren persecución en el mundo, en particular en tres países donde sus condiciones son extremas: Corea del Norte, Arabia Saudí y Afganistán, según el informe de la organización Open Doors” de 2013.
