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La fe cristiana, la mayor inspiración posible para el escultor Schmalz

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Aleteia Team - publicado el 09/06/14
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El testimonio de un artista que ora e impacta a través de su arte

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Timothy Schmalz es un artista poco convencional en nuestros días. En su carrera de más de 25 años, no sólo se inspira claramente en los pasajes del Evangelio y la vida de los santos, sino que intenta reflejar aspectos de la doctrina de la Iglesia católica de un modo creativo a través de la escultura.

Es por este motivo que piezas suyas como el Jesús sin Hogar, que exhibe a Cristo oculto bajo la figura de un desposeído que duerme en un parque, o su representación de la Sagrada Familia, icónica para la defensa de la familia en Irlanda, han logrado impactar públicos dentro y fuera de la Iglesia.

El artista, cuyas obras han sido bendecidas por san Juan Pablo II y por el Papa Francisco, explicó a National Catholic Register su experiencia de transmisión de la fe a través del arte . Para él, la fe cristiana "es el punto de partida más fenomenal para la creatividad".

Fuente de inspiración infinita

"La materia que realmente me sustenta espiritualmente es, básicamente, el arte cristiano", expuso Schmalz. "Despierto a las 4 de la mañana y tomo mi trabajo de escultura con seriedad, casi como un monje toma la oración. Mirando atrás a más de 25 años de escultura, realmente no habría forma de que continuara si no fuera por la materia prima del cristianismo".

Para él, grandes obras de arte como los frescos de la Capilla Sixtina o La Pietá no serían posibles si su objeto fuera otro. "Para tener una gran escultura, usted necesita una gran materia – objeto, algo poderoso que expresar", comentó. La fe cristiana es "infinita en su ‘caldo creativo’ por así decirlo, que alimenta y le da a los artistas este recorrido artístico por cientos de años".
 
El escultor recordó la primera de sus obras en recibir reconocimiento internacional: "Un momento de quietud". "Fue hecha cuando tenía 24 años. Es una representación visual de la armonía de la Sagrada Familia. El centro es el Niño Jesús, y luego usted tiene el círculo de María, y luego a José, el padre protector que acoge y protege toda la escena", describió.

El artista reconoce que cada aspecto lleva un mensaje y por este motivo se convirtió un símbolo en Irlanda y Estados Unidos de la unidad de la familia cristiana.

"Presenté el modelo en bronce a san Juan Pablo II en junio 30 de 2004, en el Vaticano. Él estaba muy involucrado en la familia", expresó. "Él era una evidencia viva de la sacralidad de la vida humana. Fue un sorprendente honor para mí".

Para Schmalz el arte y la oración están estrechamente ligados, y percibe su trabajo como una forma de "oraciones visuales" con las cuales pretende promover el Evangelio.

"En mi estudio, escucho la Biblia en grabaciones", refirió. "Eso mejora toda la experiencia. Ahora mismo, estoy trabajando sobre los Evangelios. Admirables sonidos del Nuevo Testamento están reproduciéndose todo el tiempo".
 
Un arte que suscite conversiones
 
Precisamente esta transmisión del mensaje de las Sagradas Escrituras ha atraído la atención sobre sus obras, como el Jesús sin Hogar, inspirado en el capítulo 25 del Evangelio según san Mateo. "En mi arte, quiero tomar ideas del Evangelio y nuestra fe y presentarlas al mundo de una forma muy poderosa y significativa, con tanta integridad como sea posible".

"Cuando usted se acerca (a la estatua) usted cree que es una persona real. Entonces se da cuenta de que es una escultura", describió el artista. "Sólo entonces usted entiende que es Jesús, por las llagas en sus pies. Cuando usted se da cuenta de que es Jesús, puede impactarlo y despertarlo".

Según refiere, la escultura ha ocasionado reacciones muy diversas, pero esto hace parte su intención artística. "Jesús no dijo todo para hacernos sentir cómodos", explicó.

Para él, la pieza cumple su objetivo: "hacer que la gente discuta sobre el cristianismo y los valores y la moralidad reales de la cristiandad".

Después de un tiempo, reproducciones de la escultura han sido instaladas en sedes de agencias caritativas católicas. El modelo original fue presentado al Papa Francisco, quien la bendijo y oró ante ella, e instalado en la base de la Via de la Conciliación, junto a la plaza de San Pedro.
 
Al ser preguntado por sus próximos objetivos, el artista aseguró que su "ambición y esperanza es hacer obras de arte que conviertan", y que refieran la característica de la religión de ser "evocadora, poderosa, es una lucha", afirmó. "El diálogo es continuo cuando alguiens e hace cristiano, y las obras de arte deberían reflejar eso".
 
Con información de National Catholic Register
Artículo publicado originalmente por Gaudium Press 

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