Rezan antes de saltar a la cancha; le piden al “jefe” por su salud y por la de sus contrarios
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Hace cuatro años la poderas Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) intentó imponer –en nombre de la tolerancia– una veda para todo tipo de manifestación religiosa en los partidos del Mundial de Sudáfrica. Obviamente, fracasó en su intento. Quizá con mayor frecuencia desde entonces, los jugadores han acudido a actitudes religiosas antes de saltar a la cancha y querer comerse el balón.
Varios de ellos son captados en este pequeño video, pero son muchos más los que al entrar al terreno de juego se santiguan y otros, como el internacional mexicano Javier Hernández (Manchester United), se hincan a la mitad del terreno de juego y rezan un Padrenuestro antes de que el árbitro indique el inicio de las acciones.
El fútbol, como cualquiera otra manifestación humana, no puede estar exento de creencias religiosas de sus jugadores. En el primer partido del Mundial de Brasil, tanto brasileños como croatas fueron explícitos a la hora de persignarse o de festejar, como Neymar Junior, un gol mirando al cielo y orando por sus seres queridos. O como Lionel Messi, a quien ha atrapado –lo dice él– el ejemplo del Papa Francisco, y ahora participa en un proyecto del Pontífice.
