El sacerdote español don Juan García Castillejo inventó en 1933 lo que él llamó un aparato electrocompositor musical. El invento podía crear música electrónica y transmitirla por telegrafía de forma similar a algunas aplicaciones utilizadas hoy
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El origen de la música tecno se asocia a los años 80 en Estados Unidos, pero ya en la década de los cuarenta del siglo pasado un cura español inventó un aparato capaz de reproducir este tipo de música. Juan García Castillejo, sacerdote español, inventó en 1933 lo que él llamó un aparato electrocompositor musical.
El invento «no es una reproducción de sonidos almacenados previamente, sino un aparato productor de sonidos que se coordinan entre sí mediante los mecanismos regulados por el rápido impulso o sacudidas de unas escobillas movidas de tiempo en tiempo, al azar, por unos motores gobernados por combinaciones de casualidad», explicaba el propio sacerdote en 1944. Según el divulgador científico Miguel Ángel Delgado, el electrocompositor musical era «una máquina programable y capaz de crear secuencias musicales automáticas mediante un selector de sonidos, otro de tiempo y un motor combinador de notas, completados con vibradores mecánicos que aportarían efectos como vibratos, gorjeos y trinos».
«Yo vi el aparato cuando era niño. Era una radio de aquellas antiguas. Estaba llena de interruptores y tenía un teclado como de piano. Al tocar el teclado, los sonidos imitaban violines, trompetas, clarinetes, una orquesta entera con claridad y nitidez. Y, lo que más me llamaba la atención, salía una voz humana», recuerda el sobrino del sacerdote, según asegura El Economista.
Según los investigadores, el cura no lo hizo por dinero, sino por su pasión por la música. Su invento no le reportó dinero, pero si el sobrenombre de cura tecno de los años 40.
Artículo de José Calderero publicado por Alfa y Omega