Cardenal Marx: “del Sínodo, no una lista de problemas, sino un mensaje de esperanza”
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En el Sínodo sobre la familia, el debate es abierto, y la diversidad de opiniones entre los cardenales no es un problema. Lo ha confirmado también el cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Munich y presidente de la Conferencia episcopal alemana, al encontrarse en Radio Vaticana el lunes por la tarde con los periodistas concluyendo la primera jornada de los trabajos de la asamblea extraordinaria de los obispos.
Es verdad que hay diversas posturas ante la posibilidad de acceder a la comunión, en determinadas condiciones, para los divorciados vueltos a casar, como lo ha demostrado la publicación de los libros del cardenal Kasper – posibilista – por una parte, y de otros 5 cardinales de la otra, pero según Marx no hay una “atmósfera de enfrentamiento", y es muy importante la metodología de la sinodalidad: "es un experimento y significa hablar abiertamente y sobre todo escuchar muy bien a los demás".
Por lo que respecta a los obispos alemanes, que han profundizado y debatido mucho sobre estos temas, puntualizó Marx, "la mayoría están de acuerdo con la propuesta de Kasper".
Según el presidente de la conferencia episcopal alemana, “es necesario que en los temas de la familia haya un debate público a nivel mundial. Pío XII subrayó la importancia de una Iglesia abierta a la confrontación con la opinión pública".
En Alemania se hará así, utilizando el periodo entre las dos asambleas y el mensaje final del Sínodo extraordinario para abrir un debate público y "no dar un mensaje desde arriba". Habrá un obispo que se ocupará de ello de manera específica.
El objetivo no es una especie de reconquista de lo que alguna vez fue – “sería una visión antihistórica” -, sino “mirar la situación de la familia como es hoy, teniendo en cuenta los muchos cambios que han habido durante años”.
“El Evangelio – afirmó el presidente de la Conferencia episcopal alemana – no es algo estático, un sistema fijado para siempre, sino que significa seguir a una Persona y, por lo tanto, tengo la esperanza de que en los próximos días eso se entienderá bien y se podrá hablar de todo, de la A a la Z”.
Por otra parte los hombres y las mujeres de hoy no son indiferentes a lo que dice la Iglesia. “Todos – subrayó Marx – quieren un hombre o una mujer para siempre y no para una sola noche. Todos están de acuerdo en el matrimonio: esto no lo borraremos”.
Pero la pregunta es: “¿qué hacer si el objetivo no se alcanza? Muchos se sienten de ‘segunda clase’ a causa de esto pero no está dicho que los que no tienen un matrimonio feliz deban ser excluidos. No se podrán dar soluciones generales, es necesario ver caso por caso. Si algo se rompe es necesario encontrar una cura. El sacramento permanece sacramento, pero la Iglesia no puede decirle a estas personas que Dios no las acepta”.
“Lo importante – concluyó el cardenal Marx – es que se salga del Sínodo con un mensaje de esperanza y no con una lista de problemas y errores. Es necesario entender qué es nuestro Evangelio en las situaciones concretas para dar esperanza a las familias y a todo el pueblo de Dios”.