Jaime Latapí López es el autor de la escultura del Cristo Glorioso del altar de la Casa Santa Marta en el que el Papa Francisco celebra la misa diaria
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Para todos son conocidas las tradicionales misas matutinas del Papa Francisco en la Capilla de Santa Marta; lo que casi nadie sabe, es que la pequeña escultura del Cristo Glorioso que luce permanentemente en el altar principal fue diseñada y realizada por un arquitecto mexicano.
Se trata de Jaime Latapí López, quien se presenta como “arquitecto católico”, y quien ha dedicado más de 50 años de vida profesional a desarrollar proyectos orientados a la salud y al bienestar social, “teniendo siempre presente mis principios y valores cristianos al servicio de los enfermos y necesitados”.
Al ver su escultura durante las misas en Santa Marta, a través de fotografías y videos, el arquitecto Latapí escribió una carta al Santo Padre, manifestándole su deseo de conocerlo, junto con su esposa Patricia, con motivo del 50 aniversario de matrimonio, y contarle la historia de la cruz que luce en el altar donde celebra la Eucaristía matutina, que es una réplica de la monumental Cruz de Copoya, que construyó en el estado de Chiapas, México.
No pasó mucho tiempo cuando recibió la noticia de que el Sumo Pontífice lo vería el 21 de mayo de este año. Llegada la fecha, viajó con su esposa y su hijo, y tuvo un encuentro que nunca olvidará.
“Cuando estuve frente a él, creía que era un sueño. El tomarle de la mano me llenó de una gran confianza, como si yo lo conociera de toda la vida, y hablando en el mismo idioma, fue un regalo de Dios que motiva aún más mi vocación”.
El original del Glorioso Cristo de Chiapas, cuya réplica en miniatura luce en el altar de la Capilla de Santa Marta, se encuentra en el Cerro de Mactumactzá, en la comunidad de Copoya, al sur de Tuxtla Gutiérrez.
Muestra a un Jesucristo Resucitado y Sacerdotal, que mide 48 metros de altura y 37 metros de brazo a brazo, por lo que se considera que es el más alto del mundo, superando al Cristo de Río de Janeiro, Brasil, que mide 38 metros de altura.
El monumento fue inaugurado el 6 de diciembre de 2011 por monseñor Rogelio Cabrera, entonces arzobispo de la arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, y forma parte del proyecto del futuro “Santuario del Glorioso Cristo de Chiapas” que se encuentra en proceso de construcción.
Este santuario ofrecerá al peregrino un lugar de meditación y oración. Cuenta con una capilla en el interior y se proyecta un Museo de la Sábana Santa, además, en la entrada al Conjunto del Santuario, están cimentadas las estaciones para meditar el Vía Crucis y próximamente el Vía Lucis.
“La escultura es un anhelo y petición del pueblo de Copoya y de los Chiapanecos, ellos se sienten cuidados y queridos por un Jesús, que vela y los bendice día y noche no sólo a los habitantes de esa región, sino a todos los mexicanos”, expresó el arquitecto Latapí.
Por Miriam Apolinar
Artículo originalmente publicado por SIAME