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LIBERTAD RELIGIOSA EN Filipinas: Grupos extremistas luchan por el establecimiento de la “Sharía”

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Ayuda a la Iglesia Necesitada - publicado el 14/01/15
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El informe sobre libertad religiosa de Ayuda a la Iglesia Necesitada, país por país

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Junto con Timor Oriental, Filipinas es el único país con mayoría cristiana de Asia. Más del 55 % de la población vive en la isla septentrional de Luzón, donde está situada Manila, la capital. Metro Manila, la capital nacional, tiene una población de más de 11 millones de personas. La Constitución aprobada en 1986, garantiza la libertad religiosa, regulada en el artículo 3, sección V, y garantiza “el libre ejercicio y disfrute de la profesión y el culto religioso sin discriminación o preferencias”. 

En noviembre de 2013, se desencadenó en Filipinas el tifón Haiyan (también conocido como Yolanda), que acabó con la vida de unas 6268 personas. El tifón causó una destrucción 

catastrófica en las Islas Bisayas, especialmente en Samar y Leyte. Según funcionarios de Naciones Unidas, ha afectado a unos 11 millones de personas, muchas de las cuales han perdido la casa 

Extremismo islámico en la isla de Mindanao 

No se han registrado casos de violaciones de la libertad religiosa por parte del Estado. Los ejemplos de discriminación y ataques contra los cristianos se concentran sobre todo en la región autónoma de Mindanao, donde viven la mayoría de los musulmanes del país. 

Durante más de 40 años la zona ha sido el escenario de conflictos entre el ejército filipino y los grupos extremistas islámicos; se han perdido decenas de miles de vidas. Hasta hoy, numerosos grupos extremistas están luchando por la independencia de la isla y el establecimiento de la sharía. 
La inestabilidad política y la guerra de guerrillas entre el ejército filipino y los rebeldes islámicos del Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI) han convertido a Mindanao en una de las zonas más peligrosas de Filipinas, e incluso del mundo. 

En toda la isla son frecuentes los secuestros, agresiones y asesinatos. Las víctimas suelen ser personas inocentes, defensores de los derechos humanos. El 1 de abril de 2012, unos desconocidos asesinaron a Arturo Eustaquio III, musulmán, presidente de la Universidad de Zamboanga y miembro activo del Movimiento Interreligioso por la Paz, vinculado al movimiento conjunto islámico-cristiano Silsilah. 

A pesar del acuerdo de paz entre el Gobierno y el FMLI, firmado el 15 de octubre de 2012, otros dos movimientos islámicos, Abú Sayyaf, vinculado a Al Qaida, y el movimiento Yamaa Islamiya siguen secuestrando y perpetrando otro tipo de ataques contra cristianos y edificios del Estado. En los últimos años, las comunidades católicas de Joló y Basilán han sufrido con frecuencia estos ataques.

El atentado más grave (antes del acuerdo de paz) se produjo el 7 de julio de 2009 cuando hicieron explotar una bomba en la catedral de Joló, provocando 6 muertos y 40 heridos.

Las hostilidades entre estos grupos extremistas, que se oponen al acuerdo, y el ejército filipino se reanudaron de nuevo en mayo de 2013 en la provincia de Sulú y en menos de un mes se cobraron 30 vidas. 

En septiembre de 2013, dos pequeños grupos de guerrilleros atacaron la ciudad de Zamboanga, el centro urbano más importante de la región de Mindanao, con una población de 800 000 personas – en su mayoría católicos. 

El 8 de septiembre de 2013, atacaron las oficinas del ayuntamiento de la ciudad tomando a 30 personas como rehenes. En las semanas siguientes, continuaron los ataques, cuyo resultado fue un total de 140 muertos; más de 80 000 personas se quedaron sin hogar, la mayoría de ellas cristianas. 

El archipiélago de Mindanao – especialmente las zonas de Sulú y Joló – es el principal refugio de los grupos extremistas islámicos, que fueron creados por traficantes de drogas y armas, además de secuestrar a gente para pedir rescate. 

En un caso se vio implicado Bakr Atyani, periodista de Al Arabiya, secuestrado en junio de 2012 en Sulú, junto a dos compañeros filipinos, que fueron liberados en febrero de 2013 después de que se pagara el rescate. Bakr Atyani finalmente recuperó la libertad tras año y medio en manos de Abu Sayyaf.
 
En marzo de 2013, la Universidad Islámica de Al Azhar, la universidad musulmana suní más importante, condenó los secuestros y el resto de los actos terroristas llevados a cabo por Abu Sayyaf en Filipinas, y pidió que pongan fin a estos actos de violencia que, dicen, van contra los principios del Islam. 

El grupo islámico en cuestión se ha hecho famoso en los últimos años por secuestrar sacerdotes, siendo el caso más reciente el del Padre Michael Sinnot, secuestrado el 11 de octubre de 2009 en Pagadian y liberado un mes después. El Padre Giancarlo Bossi fue secuestrado en 2007 en Zamboanga y liberado tras permanecer prisionero durante 39 días. 

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