El Pontífice anticipa algunos de los temas de su próxima encíclica sobre el ambiente recibiendo a asociación de agricultores italianosSe podría asegurar que el Pontífice anticipó algunos de los temas clave de su próxima encíclica sobre el ambiente recibiendo a un grupo de agricultores autónomos italianos este 31 de enero de 2015: cuidado del ambiente, no desperdiciar los alimentos, la agricultura sostenible y la distribución de la tierra.
La propuesta ecológica del Papa se resumen en: “amar la tierra como a una madre”. Francisco se refirió a dos áreas criticas en la reflexión sobre la centralidad del trabajo agrícola: La pobreza y el hambre y por otro lado, el cuidado de la tierra.
El Papa ha dicho a los dirigentes de los agricultores italianos (Confederación Nacional de Coldiretti), que “cultivar y proteger la tierra” es un llamado y regalo de Dios para los hombres y mujeres que se ocupan con “creatividad”, “pasión” y “dedicación” en la tarea de sembrar y recoger los frutos de la tierra.
“El verbo ‘cultivar’ llama a la mente el cuidado que los agricultores tienen por la tierra, para que ésta de frutos y estos sean compartidos: ¡cuanta atención y pasión dedican a esto!” exclamó en la Sala Clementina del Vaticano.
El Papa subrayó el papel central de la agricultura. “De verdad no hay humanidad sin cultivar la tierra; no hay buena vida sin el alimento que ella produce para los hombres y mujeres de cada continente”.
Los agricultores tienen una verdadera vocación, hay que quitar los obstáculos para que las nuevas generaciones la valoricen. Así el Papa pidió que venga reconocido la importante labor que tienen los agricultores en “las decisiones políticas y económicas”. Además para que ser agricultor sea apetecible a las nuevas generaciones.
La tierra es para los agricultores. Al mismo tiempo, recalcó que hay que prestar la máxima atención a la demasiada sustracción de tierra a los agricultores para destinarla a otras actividades, aparentemente más lucrativas”, dijo Francisco.
Luego, al margen del texto del discurso improvisó diciendo: “También aquí domina el dios dinero”. Come se dice de aquellas personas que son capaces de vender hasta su propia madre por dinero, “aquí hablamos de vender la propia madre: la madre tierra”.
Distribución de la tierra
En este sentido, denunció que “el sistema económico dominante excluye a muchos del justo uso de la tierra”. Al respecto, el Papa recordó que el hambre es un flagelo que ataca “amplia parte de la humanidad”, al mismo tiempo que el Concilio Vaticano II exhorta a “la destinación universal de los bienes de la tierra”.
El desperdicio de alimentos tiene “magnitudes inaceptables” y por ello, pidió que se volviera a pensar el sistema de producción y distribución de la comida. “El absolutismo de las reglas del mercado, una cultura del descarte y del desperdicio que en el caso de la comida tiene magnitudes inaceptables, junto a otros factores, determinan miseria y sufrimiento para tantas familias”.
Con la comida no se juega
En otra improvisación, sostuvo que “como enseñan los abuelos, con el pan no se juega” y no puede ser equiparado a cualquier mercancía. Contó una anécdota de su infancia en Buenos Aíres: “Yo recuerdo que cuando era niño y el pan caía de la mesa, nos obligaban a levantarlo del suelo y besarlo. Porque el pan es sagrado” dijo.
El cambio climático
En la segunda parte del discurso, presentó la importancia de la tierra y su protección. “Cada agricultor sabe bien cuanto se ha vuelto difícil cultivar la tierra en una época de acelerados cambios y de eventos meteorológicos extremos” y en aumento.
“¿Como podemos continuar a producir buenos alimentos para la vida de todos cuando la estabilidad climática está en riesgo?" De esta manera, cuestionó el daño que produce el hombre al aire, al agua y al suelo debido a la contaminación.
En tal caso, pidió que las naciones colaboren en la protección de la creación. Y se preguntó como solucionar el desafió inmediato de una “agricultura a bajo impacto ambiental” pensando a las nuevas generaciones, que además deben ser implicadas en el cuidado de la tierra.
“Amar la tierra como una madre”
Entretanto, el Papa lanzó una propuesta para superar la crisis ambiental inspirada en San Francisco: reencontrar el amor por la tierra como “madre”, de donde “hemos venido” y estamos “llamados a volver constantemente”
De ahí, viene la propuesta del Papa: proteger la tierra, haciendo una alianza con ella para que “sea fuente de vida” para la humanidad. “Esto está contra debilitar la tierra y luego desecharla como si no tuviera un valor”, improvisó. “La tierra es sanadora, cuida nuestra salud. La tierra nos alimenta” añadió saliéndose del texto.