separateurCreated with Sketch.

¿Qué pensaba Juan Pablo II del martirio de monseñor Romero?

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Ary Waldir Ramos Díaz - Aleteia Team - publicado el 07/02/15
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

“Monseñor Romero es mártir y no necesita hacer milagros”, dijo Juan Pablo a ex secretario del arzobipo salvadoreño

Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.


Deseo donar en 3 clics

Monseñor Jesús Delgado, el fiel secretario personal del arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero, contó a Aleteia.org su encuentro con Juan Pablo II en 1983, quién expresó entonces de "Romero de América", como se le conoce por fervor popular: “Es un mártir y no necesita hacer milagros”.

Al respecto, el postulador de la causa de beatificación de Romero en el Vaticano, monseñor Vincenzo Paglia sostuvo que Juan Pablo II consideraba a Romero de la Iglesia y creía en su martirio. Asimismo, dijo que “los Papas dejan que la Congregación de la Causa de los Santos hagan su trabajo”. 
 
La figura de Romero ha necesitado tiempo, porque quien no era de acuerdo debía ser ayudado a entender la causa” dijo Paglia, en relación con el proceso de canonización del arzobispo de San Salvador, asesinado en 1980, mientras celebraba la Santa Misa y del que este 03 de febrero el Papa Francisco firmó el decreto por el que se reconocía el martirio.
 
A continuación ofrecemos la segunda parte del testimonio de monseñor Delgado sobre la posición de Juan Pablo II sobre el martirio de monseñor Romero. Monseñor Delgado es investigador de la historia Oficial de la Iglesia en El Salvador y fiel colaborador de Monseñor Romero antes de morir. 
 
 “Por lo que concierne a Juan Pablo II (JPII), que yo encontré muchas veces personalmente, Papa Benedicto nunca lastimosamente, pero sucedió que cuando JPII vino la primera vez (1983) a El Salvador ….quería mostrarle como las visceras de monseñor Romero” se conservaban, relató Delgado.
 
“Desenterraron las entrañas y estaban frescas, frescas, frescas, como mi mano, ningún mal olor…todo como si fuese sido enterrado el día anterior, tres años bajo tierra. Entonces monseñor Arturo Rivera y Damas, gran canonista y arzobispo de San Salvador (sucesor de Romero después de su muerte) entonces dijo: ¡Esto es un milagro, tenemos que presentárselo al Papa (Juan Pablo II)! Pero no hubo tiempo, no se le pudo presentar.
 
Solo que veinte días después yo estaba aquí en Roma para predicar sobre monseñor Romero y tuve la dicha de ver al Papa Juan Pablo (II) y traje en un frasco con un líquido especial parte de esas entrañas de monseñor Romero y él me dice: ¿y qué es esto? Le cuento la historia y me responde: monseñor Romero no necesita milagros, tocándome en el hombro así amigablemente, es un mártir no necesita hacer milagros.
 
Es decir, que JPII estaba convencidísimo de la santidad martirial de monseñor Romero. No le puedo decir tanto del Papa Benedicto (BXVI) porque a él no le pude encontrar personalmente nunca. Pero sigo creyendo que es más bien una aprensión de la oportunidad, no es oportuno todavía que se beatifique, porque claro ni BXVI ni JPII, conocían la situación, como la conoce el papa Bergoglio”.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.