¿Hay un ángel por cada hombre? ¿O más de uno?
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Al tratar del tema de los ángeles, es muy frecuente que se plantee la pregunta: ¿pero cuántos ángeles hay? Y es una pregunta importante, pues de su respuesta depende la visión que tengamos del Ángel de la Guarda: si es uno para cada hombre o, por el contrario, los ángeles son tan reducidos que en lugar de ser un ángel para cada hombre sería un ángel para un grupo de hombres.
Hay quienes afirman, valiéndose de la parábola de la oveja perdida que se narra en el Evangelio de San Lucas (15,4), que el número de los ángeles sería 99 veces mayor que el número de los hombres.
Otros, por el contrario, sostienen que el número de estas criaturas espirituales sería el mismo número de hombres o, por lo menos, del mismo número de hombres que al final se encuentren en el cielo.
Y claro, no falta quien diga, en clara contradicción con la enseñanza y fe de la Iglesia, que el número de ángeles depende del número de signos zodiacales, pues habría tantos ángeles como signos zodiacales existan. Esta idea a todas luces falsa es defendida por la Nueva Era (New Age) y movimientos esotéricos.
De acuerdo a la Sagrada Escritura, el número de los ángeles es inmenso, incalculable. El libro del profeta Daniel habla de “miles de millares, miríadas de miríadas” (Dn 7, 10) (Miríada según el diccionario es una cantidad muy grande, pero indefinida).
Igualmente, encontramos otros textos bíblicos como es el libro de Job 38,7, donde comparan a los ángeles con el número de las estrellas del cielo; o el profeta Isaías, que habla del ejército celeste y a cada estrella con su nombre llama (Is 40, 26).
En el Nuevo Testamento, la carta a los Hebreos vuelve a hablar de “miríadas de ángeles” (Hb 12, 22)
El apóstol san Juan, en la visión que tiene de la Jerusalén celeste, oye la voz de una “multitud de ángeles” (Ap 5, 11).
También Nuestro Señor Jesucristo hace alusión al número de los ángeles en el momento de ser aprehendido. “¿Piensas, dice Jesús, que no puedo yo rogar a mi Padre, que pondría al punto a mi disposición más de doce legiones de ángeles?” (Mt 26, 53). En los tiempos de Jesús, una legión romana era conformada por 6.000 hombres.
Los anteriores datos de la Sagrada Escritura nos permiten decir que el número de los ángeles es limitado, pues son criaturas, pero su número es inmenso. Precisamente por esta cantidad grande de ángeles, existe en el mundo angelical un orden, una jerarquía de la que trataremos, si Dios lo permite, en otro artículo.
En esta inmensidad de seres el hombre está rodeado, protegido, guiado y custodiado. Precisamente los textos de la Sagrada Escritura que nos hablan del número de los ángeles no los cuantifican porque los ángeles, como criaturas de Dios, custodios del hombre y de la creación, son un regalo de Dios que no se puede cuantificar.
El mundo de los ángeles es una expresión más del amor de Dios, y este no se cuantifica. Se acoge con humildad y con agradecimiento.
Hay millones de ángeles a nuestro lado, custodiándonos, indicándonos el amor de Dios. Millones de ángeles que abren sus alas para mostrarnos un amor extremo: el amor de Dios por el hombre.
Acojamos con gratitud, con alegría y amor a estos compañeros. Unámonos a ellos y juntos demos gracias a Dios por su amor.