Las profesionales no pueden ser obligadas a congelar su óvulos para hacer carrera: la Santa Sede pide paridad, dignidad y derechos para las mujeres
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
¿Carrera profesional o familia? Es la pregunta fatídica que la sociedad actual presenta a las mujeres. De hecho, dos grandes empresas como Facebook y Apple empezarán a pagar los procesos de congelación de óvulos a sus empleadas que quieran aplazar la maternidad para dedicarse completamente a su carrera.
Según ha informado la cadena NBC News, Apple comenzará mitad de 2015 con ese programa, mientras que Facebook ya comenzó el año pasado.
En este contexto de revisión del papel fundamental de la mujer en el mundo, la Santa Sede y su misión permanente en la ONU, ha organizado este miércoles 18 de marzo una conferencia titulada Mujer promotora de dignidad humana.
En este sentido, monseñor Bernardino Auza, Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, ha pedido a la comunidad internacional promover la igualdad de las mujeres, su dignidad y sus derechos.
El prelado expresó ante la ONU que la reactivación de este entorno es más urgente que nunca porque hoy en “algunas sociedades” el valor de la “dignidad de la maternidad no está suficientemente protegido y apreciado", situación que obliga a las mujeres a elegir entre "su desarrollo intelectual y el crecimiento profesional y su vida personal como esposas y madres".
En los últimos días, el prelado habló en Nueva York en una conferencia sobre La familia como agente de igualdad y los derechos humanos de las mujeres que tuvo lugar 20 años después de la Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing.
El bienestar de la mujer mejora la vida de la comunidad
"Tenemos que hablar de la dignidad de la mujer en el contexto del matrimonio, la maternidad y la familia", argumentó Auza, que además consideró vital el respeto que tiene origen en el respeto integral de la persona humana, así como permitir que "viva libremente y en plenitud”.
Según Radio Vaticano, el discurso de monseñor Ausa en la ONU también cita la expresión de san Juan Pablo II "genio femenino", es decir, “esa sabiduría típica de la mujer en hacerse cargo del cuidado de la dignidad inherente a cada individuo, para promover la vida y el amor".
Por esto, el representante de la Santa Sede sostuvo que “cuando a las mujeres se les da la oportunidad de crecer en el pleno reconocimiento de su talento y su potencial, se beneficia toda la sociedad”.
La dignidad de la maternidad
Por lo tanto, el apelo del observador de la Santa Sede es "promover un entorno en el que se pueda apreciar mejor la magnitud completa de la mujer, que incluye no sólo los aspectos que tiene en común con el hombre, sino también los dones especiales que tiene la mujer, como la maternidad entendida no como un sólo acto reproductivo, sino como un estilo de vida espiritual, educativo, emocional y cultural".
Reciprocidad entre hombre y mujer, no a la guerra
Del mismo modo, "no está suficientemente reconocida la contribución esencial de las mujeres al desarrollo de la sociedad a través de su dedicación a la familia y al crecimiento de las próximas generaciones", constató, "este servicio invisible y frecuentemente heroico es denigrado y considerado anticuado”, declaró.
Por este motivo, monseñor Auza ha denunciado que es necesario promover una idea del modelo femenino que sea complementario y recíproco al hombre, y no idéntico, porque esto “empobrece la humanidad”.
En este sentido, monseñor Auza destacó la necesidad de promover una idea de modelo de mujer que es complementaria y recíproca al hombre y no idéntica, porque eso "sería empobrecer a la humanidad".
Defender la familia
Asimismo, defendió la familia como “núcleo natural y fundamental de la sociedad”. Además exigió “mejores políticas de apoyo a las mujeres que trabajan y que desean tener hijos y dedicarse a familia". "Nuestro futuro – continuó – se refleja en la forma en que nosotros, como individuos y como sociedad, podamos apoyar a las madres de familia para ayudar a crecer sus hijos fuertes y sanos”.
El obispo exhortó ante la ONU a redoblar esfuerzos para no someter a las mujeres a "los prejuicios y la discriminación" tanto a nivel laboral, como social.
