En el marco de una iniciativa solidaria con los que sufren en ese país y en Nigeria
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"Es constante la preocupación del Papa Francisco ante la situación de las familias cristianas y otros grupos, víctimas de la expulsión de sus hogares y sus pueblos, en particular en la ciudad de Mosul y la llanura de Nínive, muchos de las cuales se habían refugiado en la región autónoma del Kurdistán iraquí".
Así empieza el comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, publicado este viernes, haciendo hincapié en que "el Papa reza por ellas y anhela que puedan regresar y reanudar sus vidas en las tierras y lugares en que, durante cientos de años, vivieron y entrelazaron buenas relaciones de convivencia con todos".
"En la Semana Santa, ya próxima, estas familias comparten con Cristo la violencia injusta de la que son víctimas, y participan en el dolor de Cristo mismo", añade el comunicado, destacando luego que "queriendo estar cerca de las familias, el cardenal Fernando Filoni regresa a Irak, como signo de cercanía y afecto, y en unión de oración con ellas".
Se informa asimismo que "las familias de la diócesis de Roma, unidas a su Obispo, en sus sentimientos de cercanía y solidaridad con esas familias que sufren en Irak, a través de una colecta especial en las parroquias, les envían un dulce pascual -denominado paloma- para compartir la alegría de la Pascua y como deseo de todo bien, basado en la fe en la Resurrección de Cristo".
"Además, el Santo Padre también está presente de manera concreta con un signo tangible de solidaridad. Y, no queriendo olvidar el sufrimiento de las familias del norte de Nigeria, el Papa Francisco les envió también a ellas, a través de la Conferencia Episcopal local, un signo de igual solidaridad".
