Compuesto para incentivar las prácticas devocionales, el libro llegó a ser uno de los más traducidos del mundo, con miles y miles de copias distribuidas por las bibliotecas europeas incluso antes de la invención de la imprenta.
San Ignacio de Loyola leyó la obra durante el tiempo de retiro espiritual que pasó en una gruta de Manresa (España), y el texto le inspiró para concebir sus Ejercicios Espirituales.
Respuesta a tiempos de crisis
El siglo XV fue de gran decadencia devocional y moral, con profusión de abusos y escándalos que acabarían llevando a la eclosión de la Reforma Protestante. Fue también el siglo del gran Cisma de Oriente, provocado por discordancias de tipo intelectual y político sobre la doctrina y la espiritualidad de la Iglesia.
Mucha parte del clero llevaba una vida de poco fervor o priorizando vertientes espirituales intelectualizadas, demasiado abstractas para el pueblo cristiano simple e iletrado.
Ante esta debilidad de espíritu, ganaba más fuerza la llamada "devotio nova", o "devoción nueva", que propugna recolocar a Jesucristo en el centro de la vida de fe y de oración.
Thomas de Kempis colaboró decisivamente con ese movimiento espiritual al publicar los capítulos de "La Imitación de Cristo", textos, además, que son independientes uno de otro: es posible abrir el libro al azar y leer cualquier capítulo.
Aunque se dirigía originalmente a los clérigos de vida reclusa, el texto es un tesoro para todo católico. La versión completa de la "Imitación de Cristo" tiene 4 partes: las dos primeras son una introducción a la vida espiritual; la tercera es un diálogo entre Cristo y el alma, y la cuarta está toda dedicada a la Eucaristía.
La Imitación de Cristo se puede encontrar en español en muchos sitios, en librerías y en internet. Proponemos la versión online de Encuentra.com