Conozca la Vivarium Novum y su propuesta de formación integral inspirada en los ideales del humanismo
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Es bastante significativo que los programas de educación en vigor actualmente no están logrando formar ni la cantidad necesaria de profesionales altamente cualificados ni ciudadanos plenamente comprometidos en transformar la sociedad en una verdadera familia humana.
Entre las causas de la deficiente formación de nuestros jóvenes, está la cada vez más clamorosa gran laguna dejada por el descuido de la formación humanística.
Los alumnos, en general, no son incentivados a esculpir en sí mismos el ideal de la persona integral, sino que en muchos casos, sólo se trata de cumplir la formalidad de pasar por la escuela, obtener un certificado de papel cada vez menos significativo y llegar a un mercado de trabajo que reduce aún más a la persona a una simple ejecutora de funciones disociadas del “resto de la vida real”.
En este contexto de deshumanización, existen iniciativas que van firmemente contracorriente. Es el caso, entre otros, de la AcademiaVivarium Novum, fundada en 1991 en Italia, con la propuesta de ayudar a jóvenes talentosos del mundo entero a conquistar una sólida formación cultural que corrobore en ellos los valores de la humanitas y de la dignitas hominis.
Los alumnos de la academia tienen la oportunidad de aprender latín y griego antiguo, las lenguas clásicas de la cultura occidental, a fin de dialogar, bajo la orientación de profesores expertos, con los grandes escritores de nuestra historia sobre los grandes problemas que hasta el día de hoy afligen a la humanidad.
La Vivarium Novum retoma la gran tradición de las escuelas humanísticas, su método de enseñanza y de formación y la visión de mundo libre y crítica que esa educación logra desarrollar.
Como base, la institución asume la idea de alcanzar la dignitas hominis, a través del continuo trabajo de dominio de sí, orientado a liberar las bajas pasiones y volver al alumno cada vez más señor de la genuina humanitas.
Los fundadores de la academia tienen la convicción de que tal refinamiento del individuo y de toda la sociedad humana no puede suceder sin el diálogo fecundo con quien nos precedió en esta breve estación terrena; grandes hombres cuyas voces aún están presentes y vivas en las obras y en el pensamiento que legaron.
En vez de un humanismo genérico y nebuloso, la academia propone a sus alumnos, primordialmente, un acceso real al inmenso patrimonio de los textos clásicos, medievales, humanísticos y post humanísticos transmitido en las lenguas que son el fundamento y el vehículo de la cultura occidental.
Los alumnos de la Vivarium Novum se dedican intensa y seriamente, por lo tanto, al sólido aprendizaje del latín y el griego, aprendiendo a dominarlos como una segunda o tercera lengua propia.
Es así, bajo el parecer de la academia, que ellos podrán penetrar en las cortes de los antiguos hombres y combinar lo particular con lo universal, la sublime utopía del espíritu con el honesto desencanto de quien sabe unir res y verba y jamás separar la scientia litterarum de la experiencia rerum.
Durante el año, los estudiantes analizan y discuten miles de páginas de autores clásicos, cristianos, de la Edad Media, del Renacimiento, penetrando en la obra de los grandes para reflexionar de manera profunda sobre los mayores desafíos que el mundo actual presenta al individuo y a la colectividad.
El clásico y el humanístico, sin embargo, no son una norma a cuyo dictamen se deba conformar, ni un modelo a imitar de manera servil; la propuesta es que el alumno haga suyo el debate de los mayores y lo transforme en un germen que florezca en formas nuevas, capaces de responder a las exigencias que los tiempos y la historia nos proponen.
Los cursos
Las clases, que son de lunes a sábado, comienzan en la primera quincena de octubre y terminan al final de junio del año siguiente. Los estudiantes además aprenden fuera de las aulas, gracias a las charlas cotidianas con los compañeros y profesores: toda la comunicación en la academia debe ser en latín u, ocasionalmente, en griego antiguo.
El hábito de hablar en latín aumenta y mejora el aprendizaje y permite a los alumnos acceder rápidamente a los textos literarios originales. Los aspirantes deben tener, por lo tanto, un conocimiento básico de la gramática, sintaxis, y el léxico latino, para poder comunicar, con palabras y frases simples y claras, sus puntos de vista sobre los temas discutidos.
El programa del curso abarca el latín básico y el griego antiguo básico para los principiantes y pasa enseguida a incluir la composición latina, la lengua y literatura griega, la historia de la literatura antigua y moderna, la filosofía antigua, la historia de la poesía y la métrica latina, seminarios de lectura de textos clásicos latinos y griegos, historia romana antigua e historia de la literatura italiana.
Admisión
La academia es una especie de pequeña república en que los alumnos que ya llegaron a los niveles más altos ayudan a los menos experimentados.
Los estudiantes y educadores de la academia buscan preparase en las artes liberales a la manera de los humanistas, considerando, incluso, que hay entre los alumnos también jóvenes con preparación pobre o inconsistente, cuya educación es y será siempre el deber más importante del instituto.
La selección de los candidatos toma en cuenta, primero, la condición económica; se les da preferencia a los más pobres, a quien son concedidas becas de estudio y de hospedaje integral.
El segundo criterio da preferencia a los que tienen buena preparación y saben comportarse adecuadamente en la academia. Este factor es crucial porque, además de los contenidos intelectuales, lo que la Vivarium Novum propone es un modo de vida completamente diferente a aquellos que son divulgados por los medios modernos de comunicación y apreciados por la mayoría de las personas formateadas por la cultura contemporánea.
La academia no es una escuela de gramática o de filología donde las letras son tratadas como si estuvieran divorciadas del resto de la vida: la institución está orientada a la persona que pretende cultivar libremente las humanidades y con ellas enriquecer su vida y la del prójimo, ejercitando la mente en el debate y el diálogo con quien nos ha precedido en esta tarea y con aquellos que, hoy, buscan avanzar en los mismos campos.
Entre las normas generales de la institución, la página de Vivarium Novum subraya, por ejemplo:
- El uso de la lengua latina debe ser diario y constante.
- No son permitidas bebidas alcohólicas, drogas de cualquier tipo ni cigarros.
- No son toleradas palabras obscenas y vulgares en ninguna circunstancia.
- Sólo debe ser oída y estudiada la música clásica.
- En la ropa y el estilo, no deben adoptarse comportamientos típicos de quien desea sólo llamar la atención.
- Se deben respetar los horarios de las comidas, las clases y los trabajos domésticos.
- Después de las once de la noche, se debe mantener absoluto silencio en las habitaciones para no molestar el sueño de los demás.
- Los alumnos están vivamente invitados a usar su tiempo con sabiduría, dedicándose con ahínco al estudio sin desperdiciar energía en distracciones fútiles.
Estas reglas deben ser respetadas no sólo dentro de la academia, sino también fuera de ella: sería incoherente abstenerse de palabras de baja calaña en casa y emplear todo tipo de vulgaridades en el jardín o en la ciudad, así como abstenerse en la academia de músicas de moda y, en la ciudad, optar por bares nocturnos que las tocan.
Las meras apariencias, como declaró Cicerón, no son algo digno de personas honestas que aspiran a la virtud y se esfuerzan por alcanzarla con todas sus fuerzas.
Estas pocas y simples reglas deben ser observadas porque, en todos los momentos de la vida, es enriquecedor cuidar no sólo de sí mismo, sino también ocuparse del bien de los demás. Son hábitos que no acostumbran ser cultivados por la cultura actual, pero la academia cree que las personas capaces de autocontrol y que no ceden a los impulsos emocionales son tenaces frente a cualquier dificultad.