No se trata de una película cargada de moralina, sino todo lo contrario, es ligera, amena y con unos puntos de humor muy bien logrados
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Vuelve la saga, años después de la última entrega de Parque Jurásico. Jurassic World está producida por Steven Spielberg y dirigida por el casi desconocido Colin Trevorrow. El argumento es muy típico: Los directivos del parque temático Jurassic World deciden, para no perder clientes, lanzar un espectáculo novedoso. Se trata de presentar un dinosaurio generado en laboratorio con genes de diversos animales prehistóricos. Se trata de un animal más terrorífico y letal que cualquier otro. Pero como pueden ustedes imaginar no todo sale bien.
Los protagonistas adultos son Chris Pratt y Bryce Dallas Howard, que encarnan a dos importantes trabajadores del Parque temático, Owen y Claire. Pero los verdaderos protagonistas, los que hacen que la película sea muy spielbergiana, son los niños Gray y Zach, interpretados por Ty Simpkins y Nick Robinson, respectivamente, y que hace de sobrinos de Claire, puestos bajo su cuidado mientras sus padres gestionan su divorcio.
Sin salirse ni un milímetro de las convenciones del género, ni en guión ni en puesta en escena, la Universal nos ofrece un producto divertido, lleno de ritmo, con unos excelentes efectos digitales y una espléndida versión en 3D estereoscópico. Pero lo mejor del film es que en él se atisba la siempre fecunda sombra de Spielberg: el trauma del divorcio, el elogio de la familia, unos niños protagonistas que parecen sacados de una película suya, y una crítica a la manipulación genética y a los intereses belicistas de grandes corporaciones. Sin embargo no se trata de una película cargada de moralina, sino todo lo contrario, es ligera, amena y con unos puntos de humor muy bien logrados.
Jurassic World casi se inscribe en el género catastrofista, por lo espectacular de algunas secuencias, y bebe de muchas películas de género de los últimos años. Hay aventura, acción, comedia, y hasta podemos encontrar ecos de Cómo entrenar a tu dragón. Una cinta casi familiar… de la que están excluidos los más pequeños por su violencia.