6 consejos para tener más empatía con tus amigos
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“Yo sólo quería que me escucharas” y tú piensas (o dices): “Pero te estoy escuchando”. Si eso ya te ha pasado, puede ser el momento de cambiar tu forma de escuchar y adoptar una escucha un poco más empática. Revisa a continuación 6 consejos para oír (a alguien) de manera más empática y mejor.
Presta toda tu atención
Sí, tú puedes muchas veces lograr escuchar mientras estás con el celular o haces cualquier otra cosa, pero para sentirse escuchado en un nivel más profundo, necesitamos también que nos vean y ver la reacción de la otra persona. Además de eso, dedicar toda tu atención a la persona en el momento en que habla puede ayudar a que tenga la sensación de que ella – y lo que dice – es algo importante para ti.
Escucha sin juzgar u opinar – a no ser que te lo pidan
Puede ser difícil, pero intenta escuchar desde una perspectiva emocional, no racional. Piensa que estás oyendo a un niño que necesita ser acogido, no a un adulto que toma decisiones que pueden ser valoradas en cuanto a su eficiencia o pragmatismo. Escuchar tiene que ver con ayudar a la persona a sentirse escuchada y entenderse a sí misma, no con tu ansiedad de expresar una opinión, juicio o dar una solución al problema.
No minimices los problemas de la otra persona
Cada uno vive en un lugar del mundo y tiene su propia historia. Si la persona está queriendo ser escuchada es porque lo que ella tiene que decir es importante para ella. Cuando tú trivializas o minimizas algo, estás comparando ese algo con un nivel ideal y, ese nivel puede hacer dos cosas: te coloca en el lugar de una autoridad que sabe de algo y a la otra persona en el lugar de alguien que no sabe una obviedad. La relación, incluso cuando no es intencional, se verticaliza en ese momento pero, para escuchar, es necesaria una relación entre iguales.
Presta atención a los mensajes no verbales
Observa las emociones que acompañan el hablar de tu interlocutor. Estate atento a percibir el tono de voz y las expresiones verbales y gestuales que utiliza al hablar, pues todo eso forma parte de lo que la persona está diciendo. Cuando escuchamos a alguien de forma más atenta y profunda, estamos en verdad no sólo escuchando lo que ella dice verbalmente, sino cómo ella se siente en relación con lo que está diciendo.
No es necesario que respondas inmediatamente
Detén tu impulso de responder en el momento y quédate tranquilo en caso de sentirte presionado a decir algo. Si estás tranquilo, es capaz que la propia persona ofrezca una solución que te sorprenderá o continuar la conversación – y en momentos de gran sintonía – hasta hablar de algo parecido a lo que tú mismo estabas pensando.
Verifica si has entendido
Verificar si has entendido sirve a varios propósitos en una buena escucha. En primer lugar, te ayuda a estar bien situado para responder, en segundo, aumenta la conexión y tercero, puede ayudar a la persona a percibir aspectos de lo que dice. Para verificar si has entendido, puedes preguntar algo como “¿Lo que me estás diciendo es que…?” y parafrasear lo que la persona dijo o “quiero entender mejor lo que me estás diciendo, ¿me lo puedes decir de otra manera?”. Puedes también hacer preguntas como “¿Y cómo fue?” o “Y qué piensas de eso?” para entender mejor lo que la persona te dijo.
Oír con más empatía puede ayudar a tu interlocutor a liberar emociones y sentirse querido e importante para ti, lo que a su vez promueve la confianza y el respeto, la reducción de tensiones y con eso facilita la resolución de problemas – tanto para la persona, como para ti.