“Chapo” Guzmán, el narcotraficante más buscado del mundo, se le escapó el gobierno mexicano por segunda ocasión.
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El sábado 11 de julio, al caer la noche, Joaquín Guzmán Loera, "el Chapo", se fugó de un penal de máxima seguridad de los que operan en México. Tuvo la delicadeza de hacerlo cuando el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y gran parte de su gabinete volaban hacia Francia, donde México es el invitado especial para celebrar el 14 de julio.
El golpe ha sido certero. Al día siguiente, el domingo pasado, el Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, tuvo que darle al país la mala nueva: el narcotraficante más buscado del mundo se le escapó al gobierno mexicano por segunda ocasión.
Y las consecuencias podrían ser fatales, no solamente para el crédito de México en el extranjero (ahora que se están implementando reformas estructurales en los ramos de energía y telecomunicaciones; reformas que tuvieron que esperar muchos años para atraer capital extranjero), sino para la situación de inseguridad y violencia que exhibe el país.
Las fuentes ligadas a la lucha contra los cárteles de la droga prevén un recrudecimiento de la batalla por ganar las plazas entre el cártel de Sinaloa, del "Chapo" y los demás cárteles que operan en el país, sobre todo para llevar droga a Estados Unidos.
La fuga del "Chapo" Guzmán del penal del Altiplano, a unos 100 kilómetros al noroeste de la Ciudad de México, tiene todos los elementos de una película de Hollywood.
Escapó por un agujero de 50 por 50 centímetros, del área de duchas del penal de máxima seguridad en México, a través de un túnel de más o menos una milla (unos 1.600 metros), burlando las estructuras y los sistemas de seguridad y conectando con una casa construida ex profeso en la comunidad rural de de Santa Juana, en el término municipal de Almoloya (Estado de México).
La recaptura del narcotraficante hace 17 meses había llenado de orgullo al régimen que ahora ha visto cómo se le escapa en las narices.
Muchos de los voceros del gobierno actual festejaron la reclusión del "Chapo" y la hicieron ver como una promesa cumplida de campaña del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, y un error gigantesco cometido por el primer presidente de la oposición, Vicente Fox, del Partido Acción Nacional, a quien en 2002 se le escapó el mismo personaje pero de otro penal de alta seguridad, en Puente Grande (Jalisco).
En aquella ocasión, el "Chapo" se había escapado escondido en un carrito de la lavandería del penal; en esta, sus cómplices le ayudaron con un túnel de la más alta tecnología.
Sabían cómo hacerlo: ya el "Chapo" había inventado el método de introducir droga por medio de túneles transfronterizos en la franja que divide a Estados Unidos y México. Los miembros del cartel del "Chapo", con evidente colusión (pacto) de las autoridades penitenciarias, sacaron tres toneladas de material para hacer el túnel. Y nadie se dio cuenta en el entorno del penal del Altiplano.
La cacería del personaje de leyenda, un hombre que ha mandado asesinar a varios miles de miembros de otros cárteles y que ha aparecido en las listas de la revista Forbes como uno de los súper millonarios de México, se ha iniciado.
Estados Unidos, quien pidió su extradición, misma que le fue negada por México, ha ofrecido ayuda para encontrarlo. El problema será hallarlo toda vez que ha podido comprar muchas voluntades, en México y en el extranjero.