Los cristianos tenemos una poderosa arma contra el narcotráfico: la oración
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Mientras en televisión los políticos debaten qué hacer y cómo frenar el avance del narcotráfico en la Argentina, una parroquia de la localidad bonaerense de Pablo Nogués demostró que no hacen falta grandes agencias de inteligencia para saber cómo identificarlos.
Junto con la comunidad parroquial de Nuestra Señora de Itatí, el padre Luis Luna organizó el 9 de julio una procesión que caminó por las calles del barrio y pasó por las casas de los supuestos narcotraficantes para rezar por su conversión.
En la procesión de todos los años por el día de Nuestra Señora de Itatí, la parroquia quiso este año -explicó el padre Luna- “poner énfasis en la cuestión de las adicciones”.
“Pasamos por las casas, la gente marca las calles de las casas, pero nosotros no podemos apuntalar, porque son temas muy delicados”, relató el "padre Lucho" en declaraciones televisivas.
“Decidimos rezar, que la Virgen nos acompañe y fortalezca, y a ellos les pueda convertir el corazón, que sepan que está en juego su vida, la de su familia, la de la sociedad, de la comunidad, el barrio, y el país”, explicó el sacerdote.
“He acompañado varias muertes de jóvenes a causa de drogas, y a varias familias, y me parece que entre todos tenemos que autoayudarnos porque también es una enfermedad”, completó el Padre Luna, quien no teme represalias por la acción.
“Puede ser que no tome dimensión, pero la realidad es que el miedo nos paraliza. La gente está paralizada, no quiere hacer denuncias”, aclaró valiente el sacerdote.
Y se preguntó: “¿Qué preferimos? ¿Que se sigan matando chicos y no decimos nada?”, planteó a la radio La Ocho. Además, aclaró a la señal TN: “Estoy tranquilo porque la cuestión es hacer el bien a todos, desde el que vende hasta el que consume, a la familia. Estoy muy tranquilo”.
El Padre Luna busca comprender a quienes comercializan estos venenos, “tal vez sin tener plena conciencia del daño que causan no sólo a los chicos sino a la familia entera”, como declaró a Diario Popular.
“Es un tema económico grande, que los ayuda a sostenerse. Pero la realidad es que ante la mirada de Dios y de los hombres no es lícito”, completó.
La situación “nos tiene que llamar la atención, porque tenemos que hacer algo, al menos con la oración, procesión, silencio”, insistió el padre Luna, que prefirió no esperar, y con su comunidad, hacer lo suyo: rezar por la conversión de quienes con el narcotráfico flagelan a las familias del barrio.