Francisco pide la liberación del sacerdote jesuita desaparecido en Siria
El Papa Francisco pidió la liberación del misionero jesuita Paolo Dall’Oglio este domingo 26 de julio después de finalizar la oración mariana en la plaza de San Pedro, y recordó a los obispos ortodoxos raptados en Siria y a todas las personas secuestradas en zonas de conflicto.
“Dentro de algunos días se celebra el segundo aniversario desde cuando, en Siria, fue secuestrado el padre Paolo Dall’Oglio. Dirijo un sentido y apremiante llamado por la liberación de este estimado religioso”, dijo Francisco. “Con afecto y participación en sus sufrimientos”, el Papa pidió a los fieles del mundo recordarlos en sus oraciones.
"Confío en el renovado empeño de las competentes autoridades locales e internacionales, para que a estos hermanos nuestros les sea restituida la libertad", añadió.
En efecto, la Santa Sede ha mantenido un silencio prudente alrededor del secuestro de padre Paolo Dall’Oglio, misionero secuestrado el 29 de julio de 2013 en Raqqa (Siria), ciudad que se conoce ahora como la nueva capital del autoproclamado Estado islámico en ese país.
Padre Dall’Oglio
Nacido hace 61 años en Roma, el jesuita ha pasado la mitad de su vida en Siria, en Deir Mar Musa al-Habachi, donde ha fundado una comunidad monástica a favor del diálogo interreligioso.
En junio 2012, el sacerdote fue expulsado por el gobierno de Bashar al-Assad por haberse encontrado con los miembros de la oposición y criticado las acciones del régimen en la guerra siria.
El Papa Francisco se encontró el año pasado con la familia del padre Dall’Oglio en Roma. La curia de los jesuitas informó que el 31 de julio de 2014, el Pontífice, de manera "improvisada", visitó la sede internacional de los jesuitas en Roma durante la fiesta de san Ignacio.
En ese "almuerzo" fuera del programa oficial, en el que también se encontraban los familiares del misionero (siete hermanos), el Papa expresó su “preocupación y solidaridad por el correligionario secuestrado” de quien “no se tienen noticias ciertas”.
Es posible que el último llamamiento del Pontífice por la liberación de Dall’Oglio vaya más allá de la fe de que esté con vida y haya rastros de que se pueda esperar en una posible liberación del jesuita.
En diciembre, una fuente del Observador sirio por los derechos humanos consultada por la agencia de noticias italiana Aki-AdnKronos Internacional informó de que el sacerdote se encontraba detenido en una cárcel del ISIS, entre las ciudades de Raqqa y Alepo.