Detrás de este gesto con el pueblo cubano está la historia de un devoto argentino
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Desde la basilica de San José de Flores en la patria del Papa viajará a la catedral de la Habana, Cuba, una imagen de san José de dos metros de alto y aproximadamente 80 kilos de peso, que se espera sea bendecida por el Papa Francisco durante su visita a la ciudad. Detrás de este gesto con el pueblo cubano está la historia de un residente del barrio de Flores que profesa una gran devoción a San José y como se suele decir, removió cielo y tierra, para ver cumplida su promesa.
Cómo comenzó esta idea?
Todo surge cuando Jorge Langlois, un contador argentino de 66 años se encontraba de vacaciones en la capital cubana el pasado mes de enero y visitó la Catedral. Como es su costumbre recorrió el templo buscando una imagen de San José para rezarle pero no encontró ninguna. De regreso en Argentina visitó la famosa fábrica de imágenes religiosas de Valentín Alsina para encargarle una imagen de San José.
Jorge está casado y tiene dos hijos y dos nietos. Actualmente es director de una empresa de consultorios médicos que atiende a pacientes con enfermedades dermatológicas como la psoriasis y el vitíligo. Pero aunque ho yes un empresario exitoso, durante la crisis que vivió el país en el 2001, a Jorge no le fue bien.
En su lucha por salir adelante se acercó a unas religiosas para pedirles trabajo. Ellas le dijeron que le rezara al protector de la Sagrada Familia diciéndole: “José, encárgate”. Así lo hizo y a los pocos días consiguió el empleo que tanto buscaba. “Soy un hombre con muchas deudas para con el Santo Patriarca” dice este gran devoto de San José.
“Mi idea es que este santo se convierta en lugar de peregrinación, para turistas y residentes, y entregue gracias como las que recibí yo a lo largo de mi vida”, manifestó a la la Agencia Informatica Católica Argentina (AICA).
Génesis del proyecto
Recorriendo la catedral habanera con el sacristán Jorge sólo pudo encontrar un cuadro de San José. Con la idea de traer una imagen del santo conversó con el párroco, el padre Yosvani Carvajal, de quien obtuvo la aprobación de su proyecto.
Ya con el sí desde la Isla, se dirigió a la fábrica de imágenes religiosas. Lo atendió el dueño y le dijo que tenía guardada una imagen de casi dos metros de alto. Jorge la vió y le pidió que la mejorara para mostrársela a las autoridades eclesiásticas. Tras varios intentos en la curia metropolitana sin mucho éxito, se dirigió a la Vicaría de Flores por recomendación de sus compañeros del grupo de matrimonios del Movimiento de Schoenstatt, al cual pertenece desde hace años. En la Vicaría conoció a monseñor Ernesto Giobando SJ, un gran devoto de san José, que quedó maravillado por su historia, su compromiso y su fe, estampada en la frase “José encárgate”.
Francisco conoció de este proyecto por un sacerdote de la parroquia Virgen Inmaculada de Lourdes, del barrio de Flores, quien después de la misa matutina que celebra el Papa en la Casa Santa Marta, le contó la idea de llevar una estatua de san José a La Habana. Según los testimonios, el Papa, gran devoto de este santo, aceptó con gusto bendecir la imagen y entronizarla en Cuba.
El domingo 20 de septiembre, Francisco celebrará una misa en la Plaza de la Revolución y posteriormente tendrá un encuentro con la vida consagrada en el interior de la catedral de La Habana. Durante este momento se espera que tenga lugar la bendición de la imagen. Jorge viajará de nuevo a Cuba, pero aún no le han confirmado si podrá contarle al Papa su historia, que quiere ser un gesto de hermandad con los fieles cubanos, y presenciar ese anhelado momento en el que Francisco ponga sus manos sobre la imagen de San José.
Se espera que en La Habana la imagen sea colocada en un altar lateral con una reseña sobre los acontecimientos que precedieron su llegada a la isla.