Testimonio desde la cárcel de Palmasola visitada por el Pontífice en Bolivia
Comenzamos este especial de siete partes, como las obras de la misericordia corporales, para preparar el año santo convocado por el Papa Francisco, y que iniciará en diciembre 2015, con la séptima obra: socorrer y visitar a los presos.
Así calzaremos las huellas dejadas por el pontífice y sus gestos con relación a las 7 obras de la misericordia corporales: Dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, dar posada al necesitado, vestir al desnudo, visitar al enfermo, enterrar a los muertos y socorrer a los presos.
En este último caso, iremos al encuentro de padre Leonardo da Silva Costa, Coordinador Nacional de la Pastoral Penitenciaria en Bolivia, quien conversó con Aleteia de las repercusiones de la visita del papa Francisco a la cárcel de Palmasola en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, el pasado 10 de julio.
La plegaria silente del Papa por las victimas de la violencia en Palmasola
Padre Leonardo da Silva Costa, Coordinador Nacional de la Pastoral Penitenciaria en Bolivia |
“El Papa estuvo frente a las puertas del recinto del PS-3. Ahí mientras el Papa ingresó sonó un clarín en el silencio de su oración”, contó el capellán. Una plegaria en honor de los 35 muertos, entre ellos un niño, que cobró la última gresca entre detenidos ocurrida el pasado 23 de agosto de 2013.
El papa Francisco ha tocado con sus gestos el alma de varios reclusos de ese pabellón, según padre Da Silva. Sin la irrupción de las cámaras, los presos del PS-3 “tuvieron un contacto visual a pocos metros de distancia con el papa” y él en su homilía les ha pensado, cuando dijo que “las llagas de Cristo están para que también las nuestras sean curadas, lavadas, transformadas, resucitadas, ayudando a todos a levantarse”, contó.
En este contexto, ha dicho “charlen con los sacerdotes que vienen, charlen, Jesús quiere levantarnos siempre”, contó el sacerdote brasilero, y es lo que le hace esperar en que “el índice de violencia en Palmasola bajará”.
Por su parte, defendió a sus fieles al analizar la situación de la violencia en un contexto más amplio e internacional. “Palmasola, comparada con otros penales incluso de países vecinos tiene el menor índice de violencia”, confirmó.
Da Silva, 42 años, nació en Cruzeiro do Sul (Acre), Brasil (antiguo territorio boliviano). Un capellán que ‘pone el pecho’ por vocación a una pastoral poco requerida voluntariamente en el sacerdocio debido a sus riesgos, y por estar lejos del sosiego de la vida parroquial que tiene otros trajines y cansancios.
“Me fui involucrando en la pastoral de esta cárcel como capellán y luego como coordinador del equipo que estaba en mi parroquia (al Sur de Santa Cruz de la Sierra)”, dijo el actual coordinador de la Pastoral Penitenciaria, cargo que desempeña desde el año 2008.
El conforto espiritual del Papa llegó a un representación de 4000 mil almas que viven hacinadas en el “Centro de Rehabilitación -Palmasola”, cárcel que se encuentra a las afueras de Santa Cruz, Bolivia, a unos 540 km de La Paz © Marko Vombergar – ALETEIA |
El sacerdote de sonrisa meditada, pero alegre, estudiado en Dublín, Irlanda, es un especialista de derechos humanos, en el ámbito carcelario y durante todo el diálogo con Aleteia remarcó en tono apaciguado que las “personas privadas de la libertad” son ante todo eso; personas. Al respecto, la visita del Papa a la cárcel ha dejado un germen de consciencia.
Los presos necesitan de ayuda material, pero muy especialmente de asistencia espiritual para ayudarlos a enmendarse y ser personas útiles cuando terminen el tiempo asignado por la justicia.
La visita del Sucesor de Pedro levantó ánimos de justicia
“Todavía hay un entusiasmo bastante grande de los privados de la libertad”, igualmente “por parte de las autoridades para coadyuvar acciones…Yo he recibido personas de instancias de gobierno y de Caritas que querían mirar más de cerca cuántas son las dificultades más urgentes y emergentes en las cárceles, y también de Palmasola, tal vez la cárcel más poblada del país”, dijo Da Silva.
“La ministra de justicia (Virginia Velasco Condori) ha manifestado su deseo de coordinar con nosotros (la Iglesia) acciones. La visita del Papa ha generado un interés bastante grande, trajo a la agenda toda la problemática carcelaria en Bolivia, entonces hay interés en dialogar y hacer un trabajo sistemático para mejorar el hacinamiento y la justicia”.
“¿Quién está ante ustedes? ….El que está ante ustedes es un hombre perdonado. Un hombre que fue y es salvado de sus muchos pecados. Y así es como me presento”, dijo el Francisco el pasado 10 de julio. © CTV |
La esperanza que llave de la cerradura del calabozo existencial
“Qué grande es la misericordia del padre, otros han dicho qué humildad…Yo pensé que estaba en el último callejón sin salida, puede ser que todavía hayan razones para vivir y tener otra oportunidad”, contó padre Da Silva sobre las reacciones después de la visita pastoral del pontífice.
Los reclusos han meditado las palabras del papa declarando “una sencillez, una alegría, una serenidad difícil de explicar” incluso de aquellos no creyentes, agregó.
El gesto que toca los corazones de los no creyentes
El Papa consuela una niño en la misa en la cárcel de Palmasola ©VINCENZO PINTO – AFP |
Antes de la llegada del Papa, los reclusos prepararon un libro de memorias, en el cual se caldea una gratitud hacia el gesto de Francisco de venir a visitarlos. “No soy católico, pero quiero expresar mi gratitud por lo que eres y significas para nosotros. Entonces, ha sido una reja que se abrió de verdad para una cercanía para un encuentro”, explicó Da Silva.
El margen de distancia con otras religiones se redujo cuando “el papa ha pedido a cada uno de hacer algo pequeño para mejorar su vida en la cárcel, era como si no existieran otras religiones, entonces la gente ha escuchado y se han unido mucho más entre ellos”.
La obra de misericordia de socorrer a los presos significa también rescatar a los inocentes, precisamente, 173 niños viven en la cárcel de Palamasola, confirmó padre Da Silva.
El tema es delicado dado que “la legislación boliviana permite que los niños de 0 a 6 años que no tengan con quien quedarse puedan estar con su mamá en situación de encarcelamiento”. Da Silva explicó que “esos niños deben ser institucionalizados” para que el “acompañamiento” se haga en hogares especializados.
En este caso, la Iglesia hace su parte desde la ‘Casa de la Esperanza’. En Santa Cruz hay solo dos hogares para niños de madres presas. La emergencia es nacional, 800 niños viven actualmente en las cárceles bolivianas.
Durante el jubileo de la misericordia convocado por el Papa habrá un espacio especial para las personas privadas de su libertad. “El 6 de noviembre celebraremos el Jubileo para los reclusos, que no sucederá solo en las cárceles, sino que estamos estudiando la posibilidad para que algunos de ellos puedan tener la oportunidad de celebrar su proprio Año Santo con el Papa Francisco en San Pedro”, dijo mons. Fisichella (05.05.2015) en la presentación del jubileo en el Vaticano.