¿Por qué hemos sido creados hombre y mujer? Porque desde el origen estamos llamados a la comunión
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La Teología del cuerpo es un recopilatorio de 129 catequesis que san Juan Pablo II dedicó al tema los miércoles de los años 1979 a 1984.
Constituyen un tesoro de una gran profundidad teológica sobre lo que significa ser hombre y mujer en relación el uno con el otro y con Dios.
Aquí 10 preciosas citas de esta Teología del cuerpo desarrollada magistralmente por el papa polaco:
1. El hombre y la mujer son creados a imagen de Dios
El hombre, al que Dios ha creado “varón y mujer”, lleva impresa en el cuerpo, “desde el principio”, la imagen divina; varón y mujer constituyen como dos diversos modos del humano “ser cuerpo” en la unidad de esa imagen (2 de enero de 1980)
2. El hombre y la mujer han sido hechos el uno para el otro
El hombre, por sí mismo, no realiza totalmente esta esencia [de ser una persona]. Sólo la realiza existiendo “con alguien”, y aún más profundamente y más completamente existiendo “para alguien” (···). Una comunión de personas significa existir en un “para” recíproco, en una relación de don recíproco (9 de enero de 1980).
3. Nuestro cuerpo nos permite convertirnos en don para los demás en el amor
El cuerpo humano contiene desde “el origen” (···) la capacidad de expresar el amor: este amor en el que precisamente el hombre-persona se hace don y -por la intermediación de este don- realiza el sentido mismo de su esencia y de su existencia (16 de enero de 1980).
4. El cuerpo revela el misterio del amor de Dios para los demás
El cuerpo, y sólo él, es capaz de hacer visible lo que es invisible: lo espiritual y lo divino. Este ha sido creado para transferir a la realidad visible del mundo el misterio oculto en Dios desde la eternidad [el amor de Dios por el hombre] y ser así el signo de ello (20 de febrero de 1980).
5. El matrimonio es la revelación más antigua del plan de Dios
El matrimonio [es] la más antigua revelación (y “manifestación”) de este plan en el mundo creado y la revelación y “manifestación” definitiva, la revelación por tanto del hecho de que “Cristo ha amado a la Iglesia y se ha donado a Sí mismo por ella” (Ep 5,25), confiriendo a su amor redentor un carácter y un sentido esponales (8 de septiembre 1de 1982)
6. El matrimonio es la unión en una sola carne
El matrimonio (···) [es] sacramento en el que el hombre y la mujer, llamados a convertirse en “una sola carne”, participan en el amor creador de Dios mismo. Y participan en él tanto por el hecho de que, creados a imagen de Dios, han sido llamados en virtud de esta imagen a una particular unión (communio personarum), como porque esta unión ha sido bendecida desde el principio con la bendición de la fecundidad (15 de diciembre de 1982).
7. El marido es sobre todo, el que ama y la mujer, en cambio, la que es amada.
Se podría incluso arriesgar la idea de que la “sumisión” de la mujer al marido, entendida en el contexto de todo el pasaje (5, 22-23) de la Carta a los Efesios, significaba, sobre todo, “experimentar el amor”. Tanto más cuanto que esta “sumisión” se refiere a la imagen de la sumisión de la Iglesia a Cristo, que consiste ciertamente en experimentar su amor (1 de septiembre de 1982).
8. La vocación al matrimonio requiere comprender la Teología del cuerpo
Los que buscan cumplir su vocación humana y cristiana en el matrimonio están llamados ante todo a hacer de esta “Teología del cuerpo” cuyo “origen” encontramos en los primeros capítulos del libro del Génesis, el contenido de su vida y de su comportamiento. En efecto, ¡cuán indispensable es en el camino de esta vocación la conciencia profunda del significado del cuerpo en su masculinidad y en su feminidad! ¡Cuán necesaria es una conciencia precisa del significado esponsal del cuerpo, de su significado procreador! (2 de abril de 1980)
9. La sexualidad humana es un don de sí en el matrimonio y la aptitud para procrear
Porque al mismo tiempo “el acto conyugal une profundamente a los esposos (···) y “los hace aptos para la generación de nuevas vidas” y que lo uno y lo otro se da “en razón de su estructura íntima”, resulta que la persona humana “debe” (por necesidad propia de la razón) considerar al mismo tiempo los “dos significados del acto conyugal” y también “el vínculo indisoluble entre los dos sentidos del acto conyugal”. Aquí se trata sólo de leer en la verdad el “lenguaje del cuerpo” (11 de julio de 1984).
10. Cristo es el modelo de matrimonio cristiano
Cristo manifiesta el amor con el que Él ha amado [a la Iglesia] “dándose por ella”. Este amor es una imagen y sobre todo un modelo del amor que el marido debe manifestar a su mujer en el matrimonio, cuando ambos se someten uno al otro “en el temor de Cristo” (25 de agosto de 1982)