una obra escultórica única, de extraordinario valor artístico
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La comunidad de las Tunas ha recibido un regalo muy especial que trae a todos sus miembros saltando de gozo. El Cristo Crucificado de la Iglesia Parroquial Mayor de San Jerónimo en esta ciudad, al este de Cuba, entronizado hace 74 años, salió por primera vez del templo parroquial el domingo 23 de agosto, para colocarse en el estrado confeccionado en la Plaza Calixto García de Holguín donde el Papa Francisco preside la Santa Misa hoy.
Este Crucifijo, colgado actualmente en la pared frontal del altar mayor, es de tamaño natural y mide 145 por 170 centímetros junto a la cruz de cedro de 183 x 2032 centímetros. Se trata de una talla policromada de Cristo realizada por la artista Cruz Medina de la Cueva, quien con su gran talento artístico logró a través del modelado, el color y la textura captar la agonía del pasaje bíblico.
Cruz Medina nació en la ciudad colonial de Trinidad, en Las Villas, al centro de la isla, y de aquí se traslada a Victoria de las Tunas donde se queda a vivir y luego contrae matrimonio con Manuel Sánchez. De esta unión nacen sus dos hijos: Josefina y Manuel de Jesús.
De formación autodidacta, tenía habilidad especial para la escultura y la pintura y supo desarrollar una técnica que le permitió destacarse en ambas disciplinas artísticas. Estableció una academia privada en el año 1935, ubicada en la Calle Colón, donde impartió clases a jóvenes aficionados del pincel.
Cristo se carga de ruegos y promesas.
La escultora Cruz Medina no cobró nada por su trabajo. Acompañada de la señorita Magnelia Yabor, recaudaron donativos entre los católicos tuneros para comprar los materiales que utilizaría para esculpir la imagen. Estuvo trabajando tres años sin utilizar ninguna imagen de modelo, lo que hace que su trabajo sea considerado una obra escultórica única, de extraordinario valor artístico.
Antes de ser definitivamente concluida la autora pidió a la feligresía que hicieran promesas al Cristo crucificado y las depositaran -en pequeños papeles- dentro del cuerpo del Cristo para finalmente sellarlo. Desde entonces estas promesas que permanecen ocultas en el interior del cuerpo de Cristo Crucificado, han participado en incontables celebraciones eucarísticas y ahora lo harán durante la misa que presidirá el Papa Francisco en la Plaza Calixto García de Holguín.
La prensa de la época relata la procesión que partió desde la Academia de la artista, recorriendo varias calles de la ciudad, hasta entrar en la iglesia parroquial donde se bendijo el día 6 de abril de 1941, Domingo de Ramos ese año. El crucifijo se colocó en el lateral derecho del templo hasta que en la década de los ochenta, tras la destrucción de los tres retablos de madrera del presbiterio, se toma la decisión de colocarlo en el centro de dicho presbiterio, lugar en el que ha permanecido hasta ahora.
En el año 1993 es descolgado para realizarle una restauración total realizada Jorge Luis Smith Miranda quien con el asesoramiento de la artista y católica tunera Cándida Luz Rivero Téllez devolvió los colores originales a la pieza tras varios intentos fallidos de restauraciones.
El lunes 21 de septiembre los tuneros, donde quiera que se encuentren, contemplan orgullosos este hermoso Crucifijo, que se ha convertido en patrimonio del pueblo, acompañando al Papa durante la celebración de la Eucaristía.
(Escrito con información del periodista católico, Vicente Ignacio Álvarez Morell)