Un especial devoción une al Papa y a la santa francesa
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Papa Francisco tiene una especial devoción por la mística carmelitana. Su ejemplo ha sido usado por el Papa en numerosas ocasiones durante sus misas en Santa Marta e incluso la rosa blanca, símbolo de la santa tiene gran importancia para él.
En el libro “El Jesuita” escrito por Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, Papa Francisco cuenta una anécdota: “Cuando tengo un problema -contó- le pido a la santa, no que lo resuelva, sino que lo tome en sus manos y me ayude a asumirlo y, como señal, recibo casi siempre una rosa blanca.”
El, por entonces, cardenal Bergoglio hacía alusión así a la pregunta que le hicieron al ver en uno de los estantes de la biblioteca un cuenco lleno de rosas blancas con una estampa de Santa Teresita detrás.
En su viaje a Río de Janeiro portaba, en su ya famosa maleta negra que siempre lleva consigo, un libro de Santa Teresa de Lisieux y suele rezar la siguiente oración: “Florecita de Jesús, pídele hoy a Dios que me alcance la gracia que yo ahora pongo con confianza en tus manos”.
Viaje a Sri Lanka
Durante el viaje a Sri Lanka el Papa Francisco reveló cómo había pedido en oración, una rosa a la santa. No llegó la rosa, esta vez la imagen de la santa fue a visitarle. La periodista de Paris Match, Caroline Pigozzi, regaló al Papa una imagen plateada de la santa en bajo relieve.
“Cuando no sé cómo irán las cosas, tengo la costumbre de pedir a santa Teresa del Niño Jesús que lleve el problema en sus manos, algo así, y que me envíe una rosa”, volvió a recordar el Pontífice en la rueda de prensa durante el vuelo que lo llevó a Filipinas.
“Le pedí también por este viaje, si lo podía tomar en sus manos, y si me podría enviar una rosa, pero en cambio vino ella misma a saludarme”, señaló.
Vigilia de oración por la paz en Siria
Durante la vigilia de oración, celebrada un 8 de septiembre, se leyeron algunos pasajes de santa Teresa de Lisieux y tras ello, el Papa Francisco también recibió como regalo una rosa blanca.
El arzobispo de Ancona-Ósimo, Edoardo Menichelli contaba la anécdota. Una anécdota que recoge el Padre José Medina en su blog: “El Papa me dijo que fue sorprendido, mientras paseaba por los jardines vaticanos el domingo 8 de septiembre, por un jardinero que le regaló una rosa blanca apenas cortada. Una flor que considera una “señal”, un “mensaje” de santa Teresita, a la que se había dirigido con preocupación el día anterior”.
La peregrinación en San Cayetano
Pero no sólo como Papa Francisco. Federico Wals, su secretario de prensa en Buenos Aires, muestra en una entrevista en el diario boliviano “El Deber” cómo el Papa recibió una rosa que le dio fuerza para seguir una peregrinación.
En ella cuenta cómo Bergoglio estaba muy cansado y que le había pedido a Santa Teresita una señal. Tenía que caminar 15 cuadras hasta el santuario y él no se veía con fuerzas. No sabía que hacer.“Cuando me contó eso fui muy escéptico y me pregunté ¿una señal?”, dijo Wals.
El arzobispo de Buenos Aires celebró la misa no creía que pudiera recorrer el camino. Hizo dos cuadras y, de repente se encontraron con una persona que, vestida de negro le ofreció una rosa blanca para bendecirla. No hicieron mucho caso.
El hombre le dijo: “Usted no entendió nada, este es el signo que está esperando”. Papa Francisco le dijo a Wals: “Santa Teresita no me abandonó, voy a caminar hasta el final de la columna (de fieles)”.