En varios países del continente el acceso a este recurso natural esencial para la vida no siempre es sencilloRecientemente Argentina fue noticia porque la presencia de camalotes (planta acuática) cerca de una potabilizadora en Capital y Conurbano bonaerense hizo peligrar el suministro de agua potable en una vasta zona del país.
Hace unas semanas en Uruguay se vivió un inconveniente similar vinculado a una falla en el sistema de suministro que afectó varias zonas turísticas, entre ellas su balneario más famoso: Punta del Este.
Sin embargo, más allá de estos problemas puntuales, si bien el continente americano cuenta con caudalosos ríos, cataratas, selvas y bosques, muchos de sus habitantes pasan una verdadera penuria a la hora acceder al agua potable.
“En América Latina hay un grave problema de agua, ya que solo 31% de la población tiene acceso a las reservas de agua dulce”, indicó Nayeli Vaca Sánchez, especialista en desarrollo rural en proyectos de agua, saneamiento e higiene, en declaraciones a Radio Francia Internacional.
“A nivel urbano se debe a la mala distribución del agua. A nivel rural, la geografía puede ser uno de los obstáculos para acceder al recurso natural.
Según esta especialista, muchos gobiernos no están capacitados para desarrollar políticas que favorezcan la distribución en zonas donde el acceso sea complicado como pueden ser los lugares montañosos o muy vastos. Por lo general, hay un costo muy elevado en infraestructura y saneamiento que en definitiva deja todo postergado.
“En conclusión, a la falta de voluntad política se suma la geografía”, agregó Vaca Sánchez.
Vínculo con la pobreza
Según la especialista, existe un vínculo directo entre la dificultad de acceso al agua potable y la pobreza. Por ejemplo, en Centroamérica, donde hay índices de pobreza muy altos, siempre habrá inconvenientes en este sentido, según Vaca Sánchez.
Para entender mejor los riesgos para el acceso al agua potable, la especialista sugirió dividir el continente en regiones.
Por un lado, los que son víctimas de los efectos del cambio climático a través de ciclones, huracanes o terremotos. En este caso un claro ejemplo es Haití, país donde existe falta de acceso al agua y saneamiento. En los últimos años Haití se convirtió en un país prioritario para ser ayudado con el agua.
Por otro lado, países con índices de pobreza altos como Honduras, Nicaragua y Bolivia.
“El acceso al agua se mide a través de la lucha contra la pobreza. Naciones Unidas desde 1977 ha establecido que un país con índice de pobreza muy bajo es igual a un país que luchará siempre por temas de acceso al agua y saneamiento. Esos países que son prioridad en combate a la pobreza tendrán dificultades con el acceso al agua”, agregó la especialista.
La falta de agua genera múltiples problemas entre los pobres, tal cual constata Francisco en la encíclica Laudato Sí al hacer referencia a la cuestión del agua.
“Entre los pobres son frecuentes enfermedades relacionadas con el agua, incluidas las causadas por microorganismos y por sustancias químicas. La diarrea y el cólera, que se relacionan con servicios higiénicos y provisión de agua inadecuados, son un factor significativo de sufrimiento y de mortalidad infantil… (29)”, describe el Papa, para quien el agua es “una cuestión de primera importancia”.
Francisco también hace referencia a “la tendencia a privatizar este recurso escaso, convertido en mercancía, que se regula por las leyes del mercado” .
“En realidad, el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos. Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua potable, porque eso es negarles el derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable (30)”, afirma.
Finalmente, sostiene: “Una mayor escasez de agua provocará el aumento del costo de los alimentos y de distintos productos que dependen de su uso. Algunos estudios han alertado sobre la posibilidad de sufrir una escasez aguda de agua dentro de pocas décadas si no se actúa con urgencia. Los impactos ambientales podrían afectar a miles de millones de personas, pero es previsible que el control del agua por parte de grandes empresas mundiales se convierta en una de las principales fuentes de conflictos de este siglo(23) (31)”.
Un derecho humano fundamental
En línea con lo que escribió Francisco, la Asamblea General de Naciones Unidas ya había proclamado en 2010 el acceso al agua potable como un derecho humano universal.
Para garantizar este derecho humano varios países de la región no deberían perder de vista la gran amenaza que implica, entre otras cosas, el avance de la contaminación y que pone en riesgo cada vez más el acceso a este recurso.
Un claro ejemplo en este sentido es el peligro que podría correr el Acuífero Guaraní, una de las reservas de agua más grandes del mundo, que abarca países como Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, si no se empiezan a tomar medidas urgentes y de concienciación.