América Latina es una de las regiones del mundo con más cirugías estéticas
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“Le dije, mamá, quiero aumentarme el busto para mis 15 años. La fue convenciendo hasta que me dijo que sí”, comentó la adolescente peruana Ana Altamirano a un programa de TvoPerú.
Ana estaba acomplejada porque sus compañeros le decían plana, usaba un sostén con relleno y ella lo consideraba una “tortura” y no quería que fuera la solución definitiva. Ana a partir de ese momento supo lo que quería para su cumpleaños de 15.
“Las chicas por sus 15 años ya no quieren regalos, viajes, quieren operaciones”, dijo la madre.
El caso de Ana es uno más entre los miles que hay en América Latina en cuanto al sometimiento a una cirugía estética para cambiar la imagen física.
Más allá de este pedido particular, y esta tendencia creciente entre adolescentes, el tema del cambio de imagen no tiene edad ni sexo determinado. Es común que tanto mujeres como hombres piensen en intervenciones de distintas índoles.
Entre las más recurrentes están los retoques en alguna zona de la cara, los aumentos de senos y las liposucciones (quitar exceso de grasa corporal).
En la mayoría de los casos la insatisfacción con algunas zonas del cuerpo es lo que hace a las personas acudir a esta metodología (invasiva o no invasiva) con el fin de verse de otra manera, con un trasfondo de autoestima. En otros casos hay necesidad de reconstrucciones por razones médicas.
Igualmente, aunque el concepto de la belleza corporal en las últimas décadas ha adquirido mayor protagonismo, no es algo nuevo para la humanidad. A lo largo de los siglos, y con diferencias según las civilizaciones, el tema ha sido abordado de manera distinta.
América Latina, una región líder
Asia es uno de los continentes donde se presentan las mayores cantidades de cirugías estéticas, pero la región del mundo donde se realizan más intervenciones quirúrgicas de tipo invasivo y con fines estéticos es América Latina, según un estudio de la Asociación Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS, por sus siglas en inglés).
Brasil, Colombia, Argentina, México y Venezuela están entre los países con más intervenciones anuales.
En este caso, a pesar de temas vinculados a la economía en la región, el tema de la imagen está entre las prioridades de los latinoamericanos mayoritariamente en mujeres, pero con una tendencia creciente en hombres.
En Latinoamérica, según este estudio, el aumento de los senos es el procedimiento más demandado, tal cual el caso de Ana. Otro de los que están en lo más alto es el levantamiento de párpados.
En cuanto a los tratamientos no invasivos los más frecuentes en América Latina tienen que ver con la aplicación de botox en distintas partes del rostro para bajar líneas de expresión.
Con respecto a la razón para someterse a estas cirugías, según la encuesta, en Latinoamérica lidera la aceptación y el reconocimiento en la sociedad.
La avidez por estas intervenciones hizo que proliferaran los centros estéticos para satisfacer estas demandas y en muchos casos incluso desde la clandestinidad o en lugares donde hay mala praxis.
La triste historia de Linda
Linda Pérez es una joven cubana de 18 años que al poco tiempo de inmigrar a Estados Unidos decidió cambiar su apariencia en el año 2013 con implantes de silicona en los senos. Luego de atravesar por la intervención en el centro estético entró en coma y luego quedó en estado vegetativo.
El caso se hizo público, y reproducido por varios medios a nivel internacional, luego de la demanda que inició la familia contra la clínica, desde donde se negó responsabilidad alguna.
Actualmente, Linda pronuncia unas pocas palabras y necesita ser cuidada las 24 horas del día. Si bien el caso de esta joven es excepcional, no deja de ser un testimonio de los riesgos que puede suscitar en determinados momentos someterse a intervenciones que no son necesarias.
¿Es lo mismo cirugía plástica que estética?
A menudo estos términos suelen ser confundidos y utilizados de la misma manera. Sin embargo, hay algunas diferencias en cuanto a su definición.
Cirugía plástica tiene que ver con la reconstrucción o reparación de alguna parte del cuerpo dañada o con malformaciones. En ese sentido, suele dividirse en cirugía reconstructiva, que está enfocada en modificar algunos efectos destructivos, por ejemplo en accidentes. Por otro lado está la cirugía estética, que se realiza con el objetivo de modificar las partes del cuerpo que no satisfacen a la persona. Suelen ser intervenciones que en la mayoría de los casos no son necesarias, aunque a veces puedan existir razones médicas.
¿La cirugía estética es moralmente aceptable?
En ese sentido habría que distinguir entre las intervenciones quirúrgicas “de mejora” y las de “alteración”.
Si bien el autor no califica estas intervenciones como buenas o malas, hace énfasis en la necesidad de recurrir a la “sensatez”.
En ese sentido siempre será importante el correcto asesoramiento con un profesional sobre el alcance de la intervención, un análisis profundo de los verdaderos motivos, más allá de posibles deseos inmaduros, a veces pasajeros, propios de ciertas etapas de la vida.
Así pues, realizar una intervención de este tipo solo porque nuestra imagen actual no nos conforma no siempre es lo más sensato.