Un número creciente de isleños sigue arribando a ese país centroamericano
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Un tema que preocupa intensamente al Papa Francisco, los miles de migrantes cubanos varados en Panamá y Costa Rica, comienza a despejarse, aunque no del todo, por efecto de que otras oleadas de migrantes vienen detrás de los que han partido en vuelos fletados por Panamá hacia México.
Hasta la frontera
El Instituto Nacional de Migración (INM) informó que México recibió el sábado pasado, vía aérea, dos nuevos grupos de migrantes cubanos en las localidades fronterizas con Estados Unidos, Nuevo Laredo (Tamaulipas) y Ciudad Juárez (Chihuahua), por lo que son casi 6,000 los isleños llegados al país, tras el acuerdo suscrito con gobiernos centroamericanos y México hace poco más de un mes.
Los 307 cubanos del pasado fin de semana arribaron al país, trasladados desde Costa Rica y Panamá. A Nuevo Laredo llegaron a través de dos vuelos directos, 243 migrantes cubanos –174 hombres y 69 mujeres– procedentes de Costa Rica. En tanto, a Ciudad Juárez llegó un nuevo grupo de cubanos desde Panamá. En esta ocasión, se trasladaron a 40 hombres, 19 mujeres y 5 menores de edad.
Los cubanos, que vienen huyendo de las situaciones de pobreza que vive su país, quieren beneficiarse de la iniciativa “pies secos, pies mojados” mediante la cual, si entran por tierra son admitidos en Estados Unidos, mientras que si llegan por mar, el proceso de admisión ni es inmediato ni es seguro. La mayor parte de ellos se dirigirá a Miami, o al Estado de Florida, donde existe gran cantidad de cubanos que se han exiliado de su país.
Se acabaron los albergues y los vuelos
Cabe destacar que con este episodio concluyó el primer traslado a México de 1,301 cubanos que se encontraban varados en Panamá, pero no ha terminado el problema. Si bien con este noveno vuelo directo a México, las autoridades panameñas dieron por concluido el traslado de cubanos hacia ese país, el Servicio Nacional de Migración instó a los cubanos que siguen llegando a territorio panameño a seguir camino “por sus propios medios”, advirtiendo que “no habrá albergues ni más vuelos a México” para ellos.
La crisis migratoria de los cubanos en Centroamérica, que parecía hallar una solución con el plan regional para el traslado de los migrantes hasta la frontera sur de México, resurge en Panamá, pues un número creciente de isleños sigue arribando a ese país centroamericano, mientras esperan a que se abra otra puerta que les permita continuar viaje a Estados Unidos.
Pero quedan 700
Sin embargo, quedan al menos 700 migrantes cubanos en la localidad de Paso Canoas, abandonados y en situación crítica que piden una solución diplomática. En el campo de Chiriquí hay mujeres embarazadas, niños y ancianos en condiciones de salud precarias.
Cáritas de Chiriqui se ha movilizado para asistir a los migrantes cubanos, pero la situación es crítica, porque el gobierno no está proporcionándoles la comida necesaria y ha eliminado los servicios higiénicos, obligándoles de este modo a ir hasta el río Chiriqui Viejo para lavarse y para sus necesidades fisiológicas.
La situación es crítica, y peor aún cuando se ha declarado, por parte de Panamá, el fin de la ayuda humanitaria a quienes abandonaron la isla caribeña en busca de una oportunidad de vida en Estados Unidos.