Las cifras bajan y muestran una toma de conciencia social, mientras que en Francia se promueve aún más el aborto
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En 2015, el número de abortos alcanzó en Alemania su nivel más bajo desde el establecimiento de estadísticas precisas en 1996. La evolución confirmaba, el año anterior, el traspaso de la barrera de los 100.000 abortos por año, con 99.715 abortos en 2014.
En esta ocasión el número es de 99.237 en 2015 para una población alemana de más de 80 millones de habitantes, según lo informado por nuestros colegas de katholisch.de. Francia, sin embargo, con menos población (66 millones), tenía, según cifras del Instituto Nacional de Estudios Demográficos francés (INED), casi el doble de abortos, con 229.000 casos contabilizados en 2013.
Francia, aún en aumento
Por lo tanto, desde finales de 1990, el número de abortos en Alemania ha experimentado un descenso continuo que va desde 135.000 (2001) a poco más de 99.000. En Francia, durante el mismo período, las interrupciones voluntarias del embarazo (IVE), ya más frecuentes que en Alemania, no han hecho sino aumentar.
Una cifra en aumento estrechamente ligada a la voluntad política del gobierno francés en ejercicio: “El IVE no es un problema, es una solución para cualquier mujer que desee interrumpir su embarazo”, subraya de hecho el Alto Consejo de Igualdad de Mujeres y Hombres (HCEfh) en un informe publicado en 2013. Este órgano asesor francés se encuentra bajo la supervisión del primer ministro.
El reembolso, ¿un factor adicional?
Desde la aprobación de un reembolso del 100% en las consultas relacionadas con la IVE, el gobierno francés logró una “hazaña” única en Europa para promover la política de disminución de natalidad, a través de medidas que podrían percibirse como incentivos para abortar: las consultas médicas relacionadas con el seguimiento del embarazo ¡sólo son reembolsados en un 70%! El coste de una ecografía para un aborto voluntario será reembolsado íntegramente, mientras que el de una ecografía con vistas al nacimiento de un bebé no lo será.
Del lado de la Iglesia
No obstante, el arzobispo de Colonia, monseñor Woelki, ha recordado que a pesar del descenso de los abortos en Alemania, “no podemos estar satisfechos con una cifra así. Como cristianos, debemos defendernos contra la resignación que supondría considerar que estos cientos de miles de abortos son la situación normal de una sociedad liberal”.
El cardenal Woelki añadió que nadie tiene derecho a atentar contra la vida humana “ni siquiera si es durante las primeras doce semanas” de la vida del feto. Ninguna sociedad y ningún Estado puede renunciar a proteger la vida de cualquier ser humano, “joven o viejo, discapacitados o no, ya nacido o en el vientre de su madre”.
Sobre la cuestión del recurso al aborto en el contexto de la lucha contra el virus Zika, el papa Francisco había señalado con razón que: “El aborto no es un mal menor es un crimen. Es echar fuera a uno para salvar a otro. Es lo que hace la mafia. (…) Es un mal absoluto”.