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Una pregunta de “Time” hace 50 años… ¿Dios ha muerto?

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Jaime Septién - publicado el 15/04/16
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La famosa revista vaticinó que la revolución tecnológica iba a “derrotar” a Dios y solucionar los males del mundo

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Hace exactamente cincuenta años, en el número correspondiente a la fecha de portada 8 de abril de 1966, la revista Time –en una portada con fondo negro y letras rojas– se preguntaba: Is God Dead? (¿Dios ha muerto?)

Siguiendo la consigna de Nietzsche, Time hacía un reportaje en diversas partes del mundo convulsionado de los sesenta del siglo pasado –el tiempo de la revolución sexual, los anticonceptivos, la psicodelia, las drogas, Vietnam y los hippies— para encontrar alguna respuesta conclusiva a su provocativa pregunta de portada.

Ciertamente, no la encontró como tal, pero sí pudo atestiguar que la idea de un Dios omnipotente, creador de todas las cosas y omnipresente, ya no era tan sólida en el mundo, incluyendo a uno de los países –en apariencia—más religiosos del planeta: Estados Unidos.

Todavía creen muchos

Para los autores de aquel reportaje, en muchos seminarios y casas de formación, la realidad de Dios estaba pasando de lo real a lo meramente simbólico.

Y la fe en Dios podría recuperarse si la Iglesia asumiera que el lenguaje de la Biblia era un lenguaje poético, contrapuesto al lenguaje científico.

Es más, para Time eran los avances científicos y la tecnología lo que iba a “derrotar” a Dios, al curar las enfermedades, abatir el hambre, estar contra las epidemias y conquistar nuevas formas de propiciar la salud de la mayoría.

Medio siglo más tarde, diversas encuestas llevadas a cabo en Estados Unidos han desmentido la profecía de que la muerte de Dios estaba cerca y que en Iglesias como la católica, el choque entre conservadurismo y generaciones posteriores al Concilio Vaticano II, iba a provocar un desastre: la huida de la gente del templo.

Cerca de 9 de cada 10 adultos estadounidenses “todavía” creen firmemente en la existencia de un Dios o, por decirlo de otra manera, de un “espíritu universal”. Sí es verdad que ha habido un ligero declive en este tema.

Caída, pero no tanto

De 2007 a 2014, ha bajado de 92 a 89 por ciento la creencia en que existe un Dios o un espíritu universal; en tanto que también lo ha hecho (de forma más pronunciada) la certeza absoluta de que existe Dios entre los adultos estadounidenses: de 71 a 63 por ciento en el mismo lapso.

En años recientes también ha ocurrido una baja ligera en los compromisos religiosos de los estadounidenses. Por ejemplo, de 2007 a 2014 ha caído de 39 a 36 por ciento la población que dice que va a misa o a un servicio religiosos una vez por semana y de 58 a 55 por ciento los adultos que confiesan rezar diariamente.

Quizá donde podría verse con mayor violencia la “muerte de Dios” en Estados Unidos sea entre las personas adultas que ya no se identifican con ninguna afiliación religiosa. De 16 por ciento en 2007 a 23 por ciento en 2014.

Pero ya yendo al detalle, esta “muerte” divina no es tan clara, pues el 61 por ciento de estos que dicen no tener religión o identificarse con algún credo, sí creen en Dios en un “espíritu universal”.

En ellos se repite la cantinela postmoderna que, desafortunadamente, también toca a muchos católicos en el mundo occidental: “Dios sí, Iglesia no”.

Y lo de la contraposición entre ciencia y tecnología con respecto a Dios y a la religión quedó en una profecía vacía de contenido. Hoy mismo 68 de cada 100 estadounidenses no ven conflicto ninguno entre ciencia y religión.

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