El sacerdote maronita Majdi Allawi cuenta cómo Dios le ha curado a través del santo: “He vuelto a nacer”
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
La edición árabe de Aleteia ofrece de primera mano la experiencia del padre Majdi Allawi, fundador de la Asociación Bonheur du Ciel (Felicidad del Cielo), que atiende a drogodependientes en el Líbano.
Durante una entrevista especial concedida a Aleteia, el padre Allawi cuenta: “Al principio de la Cuaresma de 2014 quise donar uno de mis riñones pero, tras someterme a los exámenes clínicos, resultó que había un problema a nivel estomacal generado por un virus grave. Así que pasé seis meses y dieciséis días entrando y saliendo de hospitales y quirófanos. En poco tiempo, la debilidad comenzó a dejar su rastro en mi cuerpo antes de que los médicos decidieran que necesitaba un intestino artificial para acelerar el proceso de digestión que casi se había parado por completo. Tengo que señalar que, además, no me podía llevar nada a la boca que no fuera la Hostia”.
Y el padre Allawi añade: “Mis amigos en Australia comenzaron a recaudar fondos porque no disponía de un seguro médico en el Líbano que pudiera cubrir los gastos de la operación. El 1 de agosto de 2014 tuve que ser hospitalizado debido a una grave infección y a que tenía fiebre y dolores. Perdí la conciencia y mi familia se encontraba en un estado lamentable, ya que sabía que no me podrían operar”.
“Ese día, mi hijo Christ, de diez años, se dirigió hacia la tumba de San Charbel y rezó por mí en la ermita de Annaya, implorando con estas palabras: ‘Usted ayuda a todo el mundo, le pido que ayude a mi padre’. Me trajo una faja que me coloqué alrededor del estómago. Mi hijo depositó muchas esperanzas en mi curación”.
El padre Allawi continúa brindando su testimonio: “El 5 de agosto, víspera de la fiesta de la Transfiguración del Señor, abandoné el hospital para participar en la misa antes de volver a ser hospitalizado esa misma tarde. Al día siguiente, los exámenes médicos revelaron que me estaba portando bien, muy bien…”.
Otro milagro atribuido a la intercesión de san Charbel:
[protected-iframe id=”4bfde28f5a4b6b4c8d6c273aded86591-95521297-92544409″ info=”https://www.facebook.com/plugins/post.php?href=https%3A%2F%2Fwww.facebook.com%2FAleteiaes%2Fposts%2F989043604484625&width=500″ width=”500″ height=”369″ frameborder=”0″ style=”border:none;overflow:hidden” scrolling=”no”]
El padre Majdi Allawi, sacerdote libanés maronita originario de una familia musulmana del distrito de Jbeil, en la provincia de Monte Líbano, se convirtió al cristianismo siendo muy joven. Es conocido por estar cerca de los pobres y de los necesitados y es presidente de la asociación Bonheur du Ciel (Felicidad del Cielo), la cual se ocupa de los drogodependientes a través de la misericordia de Dios y de su gracia sin ningún tipo de tratamiento médico. Miles de jóvenes cristianos y musulmanes recurren a los servicios de la asociación y se curan en pocos meses.
El padre Majdi Allawi da de comer a los pobres gracias a su restaurante abierto en la localidad de Bourj Hammoud y ofrece ropa, verduras y otras cosas para satisfacer las necesidades de los pobres del Líbano y de los refugiados.
En mayo de 2014, el papa Francisco animó a la asociación Bonheur du Ciel a continuar por el camino de la misericordia a través de una carta que llevaba la firma del asesor para asuntos generales de la secretaría de Estado del Vaticano, monseñor Peter Wells.
“El Santo Padre ha recibido su carta y ha delegado en mí para que le responda… El Papa brinda todo su apoyo a su noble causa y le anima a continuar por el camino de la misericordia, que tiene como objetivo restaurar la dignidad humana, fruto de la fe en Cristo. El Santo Padre ora por usted y por cualquier persona que apoye esta iniciativa y le da su bendición apostólica coronada de alegría y de paz”.