“No Longer Slaves”
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Ya no soy un esclavo al que temer. Soy un hijo de Dios.
“Descansa en la filiación divina. Dios es un Padre —¡tu Padre!— lleno de ternura, de infinito amor. Llámale Padre muchas veces, y dile —a solas— que le quieres, ¡que le quieres muchísimo!: que sientes el orgullo y la fuerza de ser hijo suyo”. (San Josemaría Escrivá, Forja, 331).
¿Creemos realmente en esto? ¿Qué tal si vivimos la libertad de los hijos e hijas de Dios?
Jonathan David y Melissa Helser de Bethel music nos conducen en oración y adoración con su canción No Longer Slaves. Es una canción que reconocer y afirma nuestra divina filiación y la consecuencia que trae a nuestras vidas: confiada libertad.
Ya no soy un esclavo al que temer. Soy un hijo de Dios.
Me rodean los brazos de un Padre.
Hemos sido liberados de nuestra esclavitud.
Por Libby Reichert