Envía Señor tu Espíritu Santo
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Pentecostés es una festividad muy importante puesto que se lleva a cabo la efusión del Espíritu Santo, que es un don del Resucitado y coincide con el nacimiento de la Iglesia.
La venida del Espíritu Santo está presente en el Evangelio según san Lucas y en el Evangelio según san Juan, así como en los Hechos de los Apóstoles.
Algunos aspectos de la venida del Espíritu Santo (el estruendo y el fuego) recuerdan la teofanía de Dios en el Monte Sinaí descrita en Éxodo 19, 16-18. La predicación de los apóstoles en otras lenguas es, en cambio, un elemento nuevo y significa que el mensaje de Jesús no está destinado sólo a los judíos sino que es universal.
La fiesta de Pentecostés se ha vuelto una cita fija del calendario litúrgico, y se llama también Fiesta del Espíritu Santo y concluye las festividades del Tiempo Pascual. La fiesta de Pentecostés cae en domingo y se celebra no sólo en la Iglesia católica, sino también en la Iglesia ortodoxa, y las Iglesias protestantes.
Preparémonos a vivirla con una invocación: ¡Ven, Espíritu Santo!
El Salmo 103 interpretado por Athenas nos acompaña y nos guía en nuestras oraciones.
Por Laura Montorio
