La odisea de numerosos cubanos que están viajando a Estados Unidos
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Mientras son peras o son manzanas, y el proceso de apertura de Cuba al mundo se hace efectivo, 1.300 migrantes cubanos ya han sido beneficiados por el acuerdo entre Panamá y México para penetrar a pie a los Estados Unidos y beneficiarse, así, de la política de “pies secos, pies mojados” que posibilita a los cubanos que llegan por tierra obtener un permiso de estancia en el país del norte.
Cada día están llegando por lo menos dos aviones fletados por los gobiernos de México y Centroamérica y un número entre 30 y 40 cubanos por avión, la mayor parte de ellos varados en Paso Canoas, la frontera entre Panamá y Costa Rica.
Se calcula que otros 1.700 más estarían haciendo el viaje y llegando a Ciudad Juárez, frontera mexicana con El Paso, a donde habrán de recibir asilo.
Sin embargo, este hecho plantea el problema de darles cobijo en El Paso. Hasta el momento, los albergues ya están saturados y no hay recursos para apoyarlos económicamente en su estadía en esta ciudad fronteriza.
La mayor parte van hacia Miami, habiendo llegado a Ecuador, pasado por Colombia y Panamá. Al final, habrán recorrido 10.700 kilómetros para situarse en Miami, distante apenas 144 kilómetros de La Habana.
El obispo de la diócesis en El Paso, Mark Joseph Seitz, declaró a la prensa este fin de semana que “es preocupante la llegada de los cubanos debido a que no se notifica ni la cantidad de quienes van a quedarse más tiempo ni el número de los que llegarán, y tampoco se ha incrementado el apoyo económico por parte del gobierno federal”.
Tan solo el 11 de mayo pasado cruzaron por el Puente Santa Fe y por el Puente Libre de Ciudad Juárez 312 cubanos.
Un sueño cumplido
Un padre de familia cubano de nombre Daniel Rodríguez, quien se encontraba en compañía de su esposa e hijo de tres años, narró a los medios locales mexicanos que después de seis meses nunca pensó que lograría cumplir su sueño de una mejor vida, ya que para poder lograrlo tuvieron que pasar hambre y frío al realizar toda una travesía desde su país Cuba a Ecuador, luego Colombia y finalmente Panamá donde les dieron la noticia de que podrían vivir de manera legal en los Estados Unidos.
El centro social Houchen es el único autorizado en El Paso para acoger a los migrantes cubanos, solamente ahí se les pueda otorgar un apoyo mensual de 445 dólares mientras obtienen su permiso para trabajar, “pero con la llegada masiva de tantos migrantes no se puede asegurar está ayuda”, subrayó monseñor Seitz.
Otros migrantes cubanos están llegando a la ciudad de Reynosa, en Tamaulipas, y desde ahí, como los que llegan a Ciudad Juárez, son trasladados al puente fronterizo (en el caso de Reynosa con la ciudad de McAllen, Texas) por personal mexicano del Instituto Nacional de Migración, para ser entregados a las autoridades estadounidenses y seguir su camino a Miami o a Houston (Texas), principalmente.
La mayor parte culpa su salida a la falta de libertades que persiste en la isla caribeña. Mientras tanto, el régimen cubano permanece en silencio sobre este drama.