El primer prototipo cuesta apenas $100
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Dos estudiantes de 20 años de edad, cuya amistad comenzó en un laboratorio de tecnología, están a punto de iniciar una revolución comunicacional, quizá sin precedentes en su área: el pasado mes de abril, Navid Azodi y Thomas Pryor ganaron el premio estudiantil Lemelson-MIT de 2016 por “SignAloud”, un par de guantes provistos de sensores que graban el movimiento y lo envían, vía Bluetooth, a una computadora central que interpreta los gestos y los traduce a texto y habla.
La idea nace de la experiencia personal de Azodi: al año y medio de edad, una convulsión severa comprometió su capacidad de hablar al punto de que, hasta los 7 años, no pudo comunicarse verbalmente.
“Durante años, usé comunicación no-verbal y lenguaje básico de señas, y atendí sesiones de terapia de lenguaje”, declaró a NBC News.
Nacido en los Estados Unidos, sus padres iraníes hablaban farsi. Esta experiencia, comenta, le hizo entender aún más en qué consiste una barrera comunicacional, y las maneras en las que la tecnología podría ser una herramienta que ayudase a superarla.
Azodi, estudiante de administración y aeronáutica, conoció a Pryor, estudiante de ingeniería espacial, en un laboratorio de tecnología de la Universidad de Washington.
Azodi compartió su historia con Pryor, y allí comenzaron a compartir su pasión por la resolución de problemas.
“No estábamos esperando algo de esta magnitud”, declaró Pryor, quien añadió que “en principio era un proyecto entre nosotros dos, y algo que realmente nos gustaba hacer. Esto sólo demuestra que las oportunidades están a la vuelta de la esquina. Nuestro invento es mucho más ergonómico y fácil de usar que muchas otras soluciones que están en el mercado, que usan sensores de video en todo el cuerpo del usuario. Nosotros queríamos crear algo que, en efecto, la gente pudiese comprar y usar sin incomodidades”.