Las reliquias de ambos santos visitarán Estados Unidos durante el mes de junio con motivo de la Quincena por la Libertad
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La objeción de conciencia se define como la negativa a acatar órdenes o leyes o a realizar actos o servicios invocando motivos éticos o religiosos. Es poner a la conciencia personal, rectamente constituida, por arriba de las ambiciones, los intereses y las pasiones humanas.
Por ello es tan importante el próximo recorrido que harán por Estados Unidos las reliquias de San John Fisher y Santo Tomás Moro, mártires por no plegarse a los intereses matrimoniales y hereditarios del rey de Inglaterra Enrique VIII, con lo cual el monarca se separó de Roma y fundó la Iglesia anglicana.
Las reliquias de ambos santos visitarán Estados Unidos durante el mes de junio con motivo de la Quincena por la Libertad, el evento anual de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) en favor de la promoción de la Libertad Religiosa.
Enfrentados en muchos tema, sobre todo contra las leyes de salud impulsadas por el presidente Barack Obama, los obispos católicos de la Unión Americana han considerado que es el momento oportuno para que estas reliquias recuerden lo importante para la paz que es el respeto de cada persona a profesar libremente –en público y en privado—su religión, y que no puede ser perseguida (mucho menos decapitada), por tener una fe distinta a la “fe del Estado”.
Servir primero a Dios
Las reliquias recorrerán varias grandes ciudades de Estados Unidos como Miami, Baltimore, Pittsburgh, Filadelfia, Minnesota, Denver, Phoenix, Los Ángeles, y Washington, bajo el lema “Witness to Freedom” (Testigos de la Libertad).
Estos santos ingleses “son bien conocidos por oponerse al divorcio del rey Enrique”, recordó la USCCB en la presentación de la iniciativa. “Al final, fue su negativa a firmar un juramento de supremacía lo que los llevó a ser ejecutados. El rey Enrique VIII se hizo proclamar el líder supremo de la Iglesia en Inglaterra, asegurando tener poder de soberanía sobre los cristianos ingleses. Ni Fisher ni Moro podían aceptar esta afirmación, y su fidelidad a su conciencia los puso en conflicto con el rey”.
“Tanto Moro como Fisher eran patriotas. Nunca se levantaron para incitar la rebelión o fomentar una revolución. No eran traidores”, agregaron los obispos estadounidenses en una clara alusión a la resistencia pacífica y a la aceptación del martirio del que Santo Tomás Moro es paradigma en la historia de la Iglesia católica.
“Pero cuando la ley del rey estuvo en conflicto con la ley de Cristo, ellos eligieron a Cristo. Estos hombres dieron su vida por la libertad de la Iglesia y por la libertad de conciencia. Ellos dan testimonio de la verdad de que ningún gobierno puede reclamar control sobre el alma de una persona. Santo Tomás Moro y San John Fisher, ¡orad para que nosotros también seamos buenos servidores de nuestro país, pero primero de Dios!”, terminó diciendo el comunicado de los obispos estadounidenses.