Secretos del “arquitecto de Dios” en una nueva biografía
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Es falso que el arquitecto Antonio Gaudí fuera masón: consta que no lo era y nadie puede documentar lo contrario. Lo explica el escritor e ingeniero Josep Maria Tarragona i Clarasó (Barcelona, 1957), en su última biografía, Gaudí, el arquitecto de la Sagrada Familia.
Otras curiosidades que aparecen en el libro: que Gaudí no era un solterón, tuvo cinco novias, pero no acabaron en matrimonio, y dos de ellas entraron en un convento. Y que el gran escultor Subirats, autor de las figuras de La Pasión, tergiversó el proyecto de Gaudí.
Gaudí vivió en la “edad de oro” de la Iglesia en Cataluña, el siglo XIX, donde florecieron grandes santos y fundadores.
En la segunda mitad de siglo. Ahí tenemos al padre Antonio María Claret, al obispo Josep Torres i Bages, a Jaime Balmes, a Enric d’Ossó, a Josep Manyanet, a Rosa Moles, a Domingo Sol, entre otros. En este ambiente se movió Gaudí, por cierto un gran amigo de Torres i Bages.
Este es su segundo libro biográfico de Gaudí. Ya escribió otro hace unos años. ¿Es este el definitivo?
Bueno, de definitivo en una biografía no hay nada, pero se dijo en la presentación del libro en la Cripta de la Sagrada Familia. El libro es una visión completa de Gaudí.
Desde mi libro de 1999 han pasado 16 años y en ese tiempo he corregido errores y me he documentado mucho mejor, destacando los trazos importantes de la vida de Gaudí.
Siempre se ha presentado a la persona de Gaudí como un hombre solitario, como un “solterón”. ¿Realmente era un solterón Gaudí?
No. Gaudí ambicionaba casarse y formar una familia, pero las mujeres lo rechazaron.
No tuvo éxito con las mujeres.
Tengo documentadas cinco mujeres con las cuales Antonio Gaudí quería casarse, pero en ningún caso llegaron al altar. Una fue un amor juvenil, con una muchacha francesa, otras lo rechazaron, y dos de ellas prefirieron el convento y la vida religiosa a compartir su vida con él.
De las cinco solo una llegó a ser prometida de Gaudí, pero se rompió el compromiso porque la joven ingresó en las religiosas de Jesús y María. Se da el caso que Gaudí realizó el altar del convento de Jesús y María de Barcelona, primero, y de Tarragona después.
En su biografía presenta a Gaudí, especialmente en su madurez, como un hombre muy religioso, que pensó su arte desde una dimensión religiosa. ¿Es posible entender a Gaudí al margen de su religiosidad?
Yo diría que las obras de Gaudí no pueden entenderse plenamente sin conocer la religiosidad del autor. Las claves de su arte y de su estética Gaudí las encontró en su religiosidad. Sin ninguna duda.
¿Fue realmente, como se dice, el “arquitecto de Dios”?
Con este titular, “El arquitecto de Dios” (L’Arquitecte de Déu), lo recogió el sacerdote Josep Trens, autor de la necrológica de Antonio Gaudí publicada en el diario de Barcelona La Publicitat, el 11 de junio de 1926.
A su fallecimiento recibió un telegrama de pésame del papa Pío XI. Es un título acertado, porque Gaudí tuvo un compromiso personal inquebrantable en sacar adelante el templo expiatorio de la Sagrada Familia, construido solo por donativos del pueblo.
No le importaba el tiempo que tardaría en construirse, pues decía: “Mi cliente no tiene prisas”. Su “cliente” era Dios.
Gaudí ya gozó de fama en vida, pero nada que ver con la fama que tiene hoy.
Gaudí era conocido internacionalmente ya en vida, pero solo en el ámbito de la arquitectura. Gaudí no es un descubrimiento turístico, pues Antoni Gaudí era un genio y así era considerado en vida.
Gaudí no era “solo” un arquitecto, sino que era un artista: él dirigía proyectos que eran una obra de arte, en su concepción y en su realización.
Él trabajaba con vidrieros, pintores, escultores, carpinteros, yeseros y herreros que eran artistas, porque lo que salía de la cabeza de Gaudí era un conjunto artístico.
De la misma manera que eran y son artistas, Miguel Ángel, Picasso y Goya. Gaudí está en la primera línea de los grandes artistas mundiales que ha forjado la historia.
¿Él se creía un genio?
Sí. Por eso en sus estudios de arquitectura abandonaba determinadas asignaturas porque no le aportaban nada; las consideraba una pérdida de tiempo. Pero repito, su fama mundial, a nivel de la gente común, llegó después. Gaudí es hoy considerado un genio del arte plástico.
Sobre la Sagrada Familia se han recibido críticas, dirigidas al escultor Josep Maria Subirats, que modeló las esculturas del portal de La Pasión. ¿Responden estas al criterio de Gaudí?
El portal de La Pasión es el más creativo de Gaudí, y el portal está realizado por dos de los principales discípulos de Antoni Gaudí: Francesc de Paula Quintana e Isidre Puig i Boada.
El portal es bellísimo. Sin embargo, no son fieles a Gaudí las esculturas encargadas a Josep Maria Subirats.
Este era un gran escultor, y por eso se le dio el encargo de las figuras de La Pasión, pero cambió la disposición y por tanto tergiversó el mensaje que previó en su proyecto Antoni Gaudí.
Una cuestión que salió a relucir no hace mucho: en unas declaraciones el entonces alcalde de Barcelona, Joan Clos, dijo que Antonio Gaudí era masón.
No es cierto. Gaudí nunca fue masón, ni al principio de su vida artística, ni al final.
Es cierto que al principio Gaudí estaba muy relacionado con artistas, políticos y amigos de los ambientes masónicos de Reus, muchos de ellos eran partidarios de la Revolución de Septiembre (La Gloriosa, 1868-1874), liderada por el general Prim, que era de Reus y masón.
Gaudí nunca lo fue, en absoluto. Entonces las logias no eran secretas como lo fueron en el período de Franco. Todo el mundo sabía dónde estaban y quiénes eran los masones.
Usted es uno de los iniciadores de la causa de beatificación de Antonio Gaudí. ¿En qué punto se encuentra la causa?
La Sagrada Familia es un templo expiatorio que fue consagrado como basílica por Benedicto XVI en 2010, en su viaje a Santiago y Barcelona.
El papa emérito ha alabado muchas veces la religiosidad que impregnaba la obra de Gaudí, especialmente la Sagrada Familia. En esa ocasión el Papa impulsó la labor de la comisión creada para la beatificación de Gaudí.
La causa para que sea declarado Venerable está muy adelantada. Para su beatificación falta un milagro.
Estas fueron las palabras de Benedicto XVI: “Gaudí —dijo en su homilía en la Sagrada Familia Benedicto XVI— contribuyó genialmente a la edificación de la conciencia humana anclada en el mundo, abierta a Dios, iluminada y santificada por Cristo. E hizo algo que hoy es una de las tareas más importantes: superar la escisión entre conciencia humana y conciencia cristiana, entre existencia en este mundo temporal y apertura a una vida eterna, entre belleza de las cosas y Dios como Belleza”.
Es el “arquitecto de Dios”.
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