Tras la masacre del bar Pulse en Orlando
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En otra de sus arremetidas en contra de la migración a los Estados Unidos, en esta ocasión motivada por la masacre del bar “Pulse” en Orlando, Donald Trump ha declarado que se trata de una versión moderna y mejorada del Caballo de Troya.
Haciendo mención a la historia narrada en La Iliada por Homero, Trump, virtual candidato a la presidencia de la República por el Partido Republicano, ligó el atentado de Orlando con “los miles y miles” de inmigrantes que recibe Estados Unidos.
Las razones por las que Mateen estaba ahí
Y aprovechó para arremeter en contra de la que consideró “catastrófica” propuesta de su posible rival a la Casa Blanca, Hillary Clinton, que traería grandes cantidades de migrantes a Estados Unidos, “con los mismos procesos mentales” de Omar Mateen, el asesino serial del bar Pulse.
“La única razón por la que este asesino estaba en América es porque permitimos venir a su familia”, dijo Trump en una conferencia de prensa en la que, también, entre otras cosas, se anunció el retiro de las credenciales de prensa para cubrir sus actos de campaña al legendario periódico The Washington Post.
Para Trump, el actual sistema migratorio estadounidense no permite saber a quién se deja entrar a Estados Unidos y, por lo tanto “no nos permite proteger a nuestros ciudadanos”.
En la lógica del precandidato republicano, esto lo aprovechan los radicales para introducir una especie de Caballo de Troya en la Unión Americana.
Tratando de sacar tajada política de los terribles acontecimientos de Orlando, Trump propuso suspender “de manera temporal” el permiso de entrada a Estados Unidos a los musulmanes.
“La prohibición se eliminará cuando estemos en una situación como nación de monitorear perfecta y adecuadamente a quienes vienen a nuestro país”, agregó.
Quieren abolir la Segunda Enmienda
Encarrerado y en plena campaña de desprestigio en contra de Hillary Clinton, Trump subrayó que “Clinton quiere permitir a los terroristas radicales islámicos entrar en nuestro país, esclavizar a las mujeres y asesinar a homosexuales”.
Y para enfrentar la permisividad de armarse que ha mantenido como bandera el Partido Republicano, Trump terminó diciendo que tanto el presidente Obama como Hillary Clinton “pretenden abolir la Segunda Enmienda” de la Constitución de Estados Unidos, la cual ha sido interpretada por los conservadores como una garantía a los ciudadanos de armarse en defensa propia.
Puso el ejemplo de Francia, “uno de los países con leyes sobre armas más duras” en el mundo, lo cual no impidió –dijo— que “130 personas fueran asesinadas a sangre fría por terroristas islámicos”.
Sea como fuere, Trump está concitando el interés de miles de ciudadanos, quienes han visto en este magnate que ha roto todas las reglas de la política, incluso las de su Partido, un posible regreso al multipublicitado “orgullo americano”.