Cumple 107 años y los celebra con la misa
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Padre Jacques Clemens, belga, cumplió 107 años este lunes, 11 de julio de 2016, y celebró la misa como lo hace desde hace 80 años en la iglesia de San Benito, en Bultia. Es el sacerdote más anciano del mundo.
En la religión católica, según la RAE, la misa es una ceremonia que consiste en el sacrificio del cuerpo y de la sangre de Cristo que bajo las especies de pan y vino renueva el sacerdote en el altar.
Así, padre Clemens renovó su servicio sacerdotal en una misa matutina sencilla. Cada semana celebra la eucaristía dominical a las 9.30 en la parroquia, que hizo construir hace más de medio siglo.
Su memoria sigue intacta, sólo tiene un pequeño problema en el oído, como reconoce él mismo. Él todavía recuerda con nostalgia su tiempo colegial y explica con extraordinaria lucidez: “en 1930 hice mi noviciado y recibí la sotana”.
Padre Jacques tiene “olor a oveja”, parafraseando al papa Francisco, que considera el sacerdocio un servicio antes que un privilegio (discurso 20.11.2015). De hecho, hasta el año pasado el longevo sacerdote guió su comunidad, en Nalinnes, provincia de Hainaut, al sur de Bélgica.
¿El secreto? Asegura que no tiene ninguno en especial. “He tenido una vida con ritmos fijos, normales, me levanto muy temprano (5.30 am) y voy a dormir temprano (9 pm). Me hice sacerdote porque lo quería y me gustaba… sigo adelante y soy feliz”, dice.
A los 75 años había decidido retirarse. No obstante, fue el mismo obispo local quien le pidió que permaneciese a cargo del servicio mientras se encontraba un sucesor. Aun así, después de 41 años, padre Clemens auspicia cada misa como un milagro de la vida y un agradecimiento.
Padre Jacques es muy querido en su comunidad y recibe constantemente visitas de fieles que le piden consejo espiritual.
Papa Francisco: Los sacerdotes tienen una historia, no son hongos
Al respecto, cabe recordar las palabras del papa Francisco en relación a la vocación sacerdotal, que considera una misión de consagrados “tomados de entre los hombres”, “constituidos en favor de los hombres”, presentes “en medio de los demás hombres”.
“El sacerdote es un hombre que nace en un determinado contexto humano; allí aprende los primeros valores, asimila la espiritualidad del pueblo, se acostumbra a las relaciones. También los sacerdotes tienen una historia -dijo-, no son «hongos» que surgen improvisamente en la catedral el día de su ordenación”.