Un viaje con hasta 14 trasbordos. De Guatemala a Panamá o Salvador, después a Madrid y a Berlín, Munich o Frankfurt. De allí con el autobús. Así llegaron a la ciudad de Pruszków los Guatemaltecos.
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
El viaje a Polonia ha sido para ellos un total desafío logístico. Pero los guatemaltecos pudieron con todo, porque – según me dicen – la mayor parte de los coordinadores de este grupo latino… son ingenieros, por lo que están bien organizados, disponen de planos y mapas.
Los omnipresentes tomates
“Nuestros invitados trabajan en corporaciones internacionales. Uno de ellos diseña máquinas para McDonald. Es interesante, porque en Guatemala McDonald se ha instalado reciente. El país se desarrolla y se necesitan ingenieros”- dice Dominik Czajkowski del portal de Aleteia y uno de los coordinadores de la JMJ en Pruszkow.¿Cómo son sus primeras reacciones en Polonia? “Todavía hemos visitado la ciudad de Czestochowa. Todo el tiempo oía chistes sobre los tomates. Los guatemaltecos se ríen de nosotros que los comemos sin parar. A nuestros invitados se los sirven en el desayuno, en los bocadillos. Para el almuerzo comieron “pomidorówka” (sopa de tomate). Les sorprende que los tomates están tan omnipresentes en Polonia. Ellos los utilizan sólo en las ensaladas o para las salsas, pero no en un bocadillo”- comenta Dominik.A los guatemaltecos les encantó, sin embargo, nuestra preferencia nacional por las conservas en salmuera. “Me sorprendí cuando les vi comiendo tan a gusto los pepinos fermentados en salmuera y los pepinillos agridulces. En su país también se comen. Al parecer, Polonia y Guatemala están tan lejos, y sin embargo… “- se ríe el voluntario de la ciudad de Pruszkow, cercana a Varsovia.
¿Quién es más latino?
El lunes, los guatemaltecos y los polacos estaban preparando la adoración del Santísimo Sacramento. Hablaban también de cómo se hace esto en su país y aquí. “Resultó que queríamos ser más latinos que los mismos latinos. Propusimos que al final de la adoración cantar una canción más viva, lo que sorprendió a nuestros invitados. Para ellos, la adoración se lleva a cabo en un modo más bien tranquilo, a la luz de las velas, contemplando algunos textos “- dice Dominik. Los guatemaltecos preguntaron, además, si el verano en Polonia es siempre tan lluvioso. En su tierra, tienen ahora un tiempo similar, aunque están en pleno… invierno. También se sorprenden de cómo se alarga y se acorta el día dependiendo de la estación del año en Polonia. En Guatemala, estas diferencias varían alrededor de un cuarto.
Una parte de los invitados hablan un excelente inglés, pero la mayoría – no lo habla, aunque pudimos desarrollar sin problemas un sistema de comunicación y traducción, por lo que no hay problemas con los malentendidos. “Acogemos en la parroquia a más de un centenar de los hispanos. Coordinar un grupo de este tipo y controlar la puntualidad es todo un reto. Por eso nos reunimos, incluso una hora antes porque contamos con que alguien puede llegar tarde”- dice Dominik.
Mi interlocutor está muy cansado. Cada día es extremadamente intenso, y no nos referimos sólo a los puntos oficiales del programa. “A veces llevamos a cada unos de nuestros huéspedes a las familias que los acogen, porque han olvidado el camino o no recuerdan donde viven” – se ríe el voluntario.
La historia de Polonia y su folclore
Como parte de la familiarización con la cultura polaca, los guatemaltecos fueron a pasear a los Baños Reales (Łazienki Królewskie), donde escucharon a Chopin. Pero no estuvieron concentrados por mucho tiempo, porque observaron que el mismo jardín les parecía aún más interesante. Sin embargo, la lluvia sin tregua no les dejó disfrutar demasiado del jardín y tampoco llevaban consigo los paraguas. Les gustó el Palacio de la Isla, los pavos reales. Les impresionó enormemente el Palacio Real. Y en sus planes caben aún el Museo Nacional, el Museo del Levantamiento de Varsovia y… el concierto del grupo folclórico profesional Mazowsze. El grupo de Guatemala visitó también el monasterio de Jasna Góra. Se emocionaron al conocer la historia de ese lugar y de su imagen de la Virgen María. Espontáneamente cantaron delante de él su canto mariano. “Cuando cantan, lo hacen a todo pulmón. Todos participan. Ellos mismos crean el clima, “- le dice Dominik al portal de Aleteia, todo encantado. Les sorprendió a nuestros invitados el omnipresente verdor de la naturaleza en Polonia y… el sabor de las empanadillas llamadas “pierogi”. “Pedían mucha variedad de rellenos para probar. Ya en Guatemala se enteraron de nuestro manjar. En su página web como una prioridad aparecen los pierogi”- se ríe Dominik. Los guatemaltecos también disfrutaron de su viaje en tren, ya que en su país no hay tales medios de transporte. Hay autobuses y autocares. Algunos de ellos viajaron por primera vez en tren. “Después de dos días de visitas me siento !como si los hubiera conocido hace mucho tiempo! Ellos tienen la misma impresión. La comunicación entre nosotros es tan buena que no nos cansamos de estar juntos”- concluye mi interlocutor.