Un neurocientífico de la Universidad de Groningen, en Holanda, apunta a “Don’t Stop Me Now”, de Queen
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Si bien es cierto que todos tenemos nuestros géneros musicales predilectos y, por ende, nuestras canciones favoritas, también lo es que hay variables empíricas, mensurables, que hacen que una canción sea más o menos triste, más o menos seria, más o menos romántica, o más o menos feliz.
Por ejemplo, los acordes menores tienden a ser más tristes, o a dar más suspenso a un tema, mientras los acordes mayores son más “luminosos” y alegres.
Lo mismo, por ejemplo, sucede con los ritmos: mientras más rápidos, más bailables y, por ende, más fácilmente asociables con sentimientos de celebración y fiesta.
Tomando en cuenta estas variables, el doctor Jacob Jolji, un neurocientífico de la Universidad de Groningen, en Holanda, hizo una lista de canciones pop, producidas en los últimos 50 años, que pudiesen ser consideradas, en líneas generales, “alegres”, según se lee en Cultura Colectiva.
El científico asegura lo que, por demás, es obvio: que las letras de contenido positivo y un ritmo de 150 pulsaciones por minuto (esto es, 150 beats) hacen que quien escucha la canción se sienta, sin necesidad de tener esa intención, con más energía.
Pero además, añadiendo ciertas transiciones a la estructura de la canción (ciertas secuencias de acordes), también se pueden producir sonidos que generan felicidad.
Así, de acuerdo al estudio de Jolji, sería Don’t Stop Me Now, del cuarteto británico Queen, la canción pop más feliz de los últimos cincuenta años, incluida en el disco “Jazz”, lanzado en 1979.
Ahora sólo falta que le de usted “play” al video y nos haga saber si este tema, a usted, le ha dado ánimos.